Opinión

Maldita hemeroteca

Ya podemos quedarnos tranquilos los periodistas: Jose Félix Tezanos continuará al frente del CIS, no se nos privará de sus sondeos, con sus correspondientes titulares de ensalzamiento perpetuo a Pedro Sánchez. Deseando estoy que alguien le pregunte al vicepresidente Pablo Iglesias su opinión sobre Tezanos por aquello de comparar, jocosa, lo que responde hoy con lo que explicaba hace nada sobre él, cuando solo era líder de Podemos. Recuerda que Iglesias pedía directamente la cabeza de Tezanos, lo mismo que reclamaba la inhabilitación urgente de la ministra Delgado.

Las cosas han cambiado: desde el balcón del poder, querido camarada, se divisa un singular paisaje en el que, de repente, Tezanos rezuma honestidad y Dolores Delgado, un absoluto desapego de lo político. ¡Todo sea por proteger el gobierno de coalición! ¡Por conservar el poder, nada menos!

El problema es que los ciudadanos tenemos memoria y, en caso, contrario, nos la refrescan cada día los medios de comunicación o los usuarios de las redes sociales tirando de la maldita hemeroteca, poniéndoles a unos y a otros la cara colorada, exhibiendo sin piedad una afirmación y la contraria del mismo individuo.

Lo explica en profundidad Byung-Chul Han, filósofo coreano afincado en Berlín: «La transparencia y el poder se soportan mal. Al poder le gusta encubrirse en secretos», escribe Han, con toda la razón. Lo que vemos y escuchamos de nuestros «poderosos» habrá que ponerlo siempre en cuarentena, como medida preventiva, no sea que pasado mañana nos defrauden defendiendo la idea opuesta. En estos tiempos en los que pierden significado valores básicos, como la honradez o la lealtad, aumenta en paralelo la desconfianza colectiva. Bien lo sabrá el sociólogo Tezanos, manejador profesional de encuestas que encienden o apagan alegrías ajenas. Tezanos también será consciente, seguro, de la irrelevancia del Consejo General del Poder Judicial en la vida de sus compatriotas. Me remito a uno de sus barómetros, según el cual casi la mitad de los españoles desconocen la existencia misma de este organismo (un 47’7%, para ser exactos).

Moraleja: por mucho revuelo que genere ahora Dolores Delgado como Fiscal General del Estado, el escándalo se difuminará, pasará de moda, lo mismo que la palabra idoneidad, lo mismo que los labios de diablo o el último exabrupto de Trump. Menos mal que existes, maldita hemeroteca.