Sin Perdón

Segundo día: El caudillo medita en su retiro

«Tiene que defender a su frágil mujer y lo que ha conseguido es que los medios internacionales hablen de corrupción»

No hay ninguna novedad. He consultado el BOE. No ha puesto en su portada, como hacía diariamente la Gaceta de Madrid sobre los Reyes durante la Restauración, una nota al lado de la cabecera informando sobre el estado de ánimo y salud de Begoña y Pedro. Nuestro caudillo populista desconoce lo que significó en Japón el sistema de poder del shogunado Tokugawa hasta la Revolución Meijí, pero no hay duda de que cuando lo descubra encontrará su auténtica vocación política. Lo que resulta asombroso es la reacción de los serviles periodistas sanchistas, cómo siento que exista este tipo de defensores de la mordaza y el pensamiento único, promoviendo manifiestos a mayor gloria del inquilino de La Moncloa. La izquierda política y mediática está en alerta antifascista para impedir el golpe de la ultraderecha que cuenta con el apoyo de los jueces y los medios de comunicación. Almodóvar, que es más sanchista que Begoña, dejó claro que no nos merecemos a Sánchez como nos no merecíamos en la alcaldía de Madrid a Manuela Carmena.

Los populistas siempre actúan de esta forma. Ha demostrado que es un mal gestor, ya que la economía va bien gracias a los fondos europeos, el brutal endeudamiento público y el empuje de los empresarios. Sus políticas buscan el enfrentamiento y defiende posiciones guerracivilistas. Ha ofrecido un espectáculo lamentable con la frivolidad de tomarse unos días para pensar si quiere seguir como presidente. Tiene que defender a su indefensa y frágil mujer de la máquina del fango de la derecha y la ultraderecha. Lo único que ha conseguido es que los medios europeos hablen de corrupción. El próximo libro que le escriba Irene Lozano, otra periodista independiente que ha salido en su rescate, debería titularse «El Manual del populista» o «Sanchismo 2.O». El llamamiento a la movilización me recuerda las manifestaciones de adhesión inquebrantable al caudillo en la plaza de Oriente durante el franquismo. Los sanchistas son muy sensibles ante un líder enamorado. Por ello, hay que jubilar a los jueces y fiscales independientes, restablecer la censura previa y el secuestro de medios y recuperar el NODO. Las calles se tienen que llenar de españoles pidiendo el regreso de su caudillo.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).