Opinión

Hay que cerrar el CIS

En un país normal, el director del CIS estaría en estos momentos en serios aprietos judiciales. Emplear el dinero público para hacer propaganda mintiendo de forma tan vil suele costar muy caro penalmente en una democracia de calidad. Lo de Tezanos huele a malversación de caudales públicos. ¿Acaso no lo es falsear sistemáticamente las encuestas? Unos sondeos que, dicho sea de paso, fallan más que una escopeta de feria pese a gozar de universos infinitamente superiores en calidad y en cantidad a los de una prensa que siempre se queda mucho más cerca del resultado final.

Vamos, que si teniendo mejores medios yerras más, cabe colegir que no hay error sino trampa. El vaticinio de las últimas generales, publicado el 29 de octubre, es la prueba del algodón más cantosa. Y eso que estábamos ya en nivel Dios. El desahogado de Tezanos otorgó entre 133 y 150 escaños a un PSOE que a la hora de la verdad se quedó en 120. Al Partido Popular le daba entre 74 y 81 pero finalmente obtuvo 91. A Podemos le situó en una horquilla que oscilaba entre los 37 por abajo y los 45 por arriba: cayó a 35. Lo de Vox fue de aurora boreal: pronosticó a los de Abascal entre 14 y 21 y se anotaron ¡¡¡52!!! Y con Ciudadanos se pasaron otros veinte pueblos: entre 27 y 35 actas parlamentarias cuando, como todo el mundo sabe, se tuvieron que conformar con 10.

Esta semana hubo nuevo CIS y, consecuentemente, nuevo intento de apuntalar el relato político del PSOE con una encuesta más «fake» que la tesis de Sánchez. Tras casi 40.000 muertos, dos millones más de parados, mentiras por doquier, incompetencia supina, falseamiento de estadísticas y tics totalitarios, los españoles premian a Sánchez con tres puntos más de intención de voto que el 10-N y 11 por encima del Partido Ppular. Por no hablar de la ignominia del CIS anterior, el de la censura, en el que se preguntaba si había que «mantener la libertad total para la difusión de noticias relativas al coronavirus». Apuntalar el relato propagandístico de Moncloa nos sale por un ojo de la cara a los españoles: 10 millones. Que cierren ya el CIS y dediquen ese pastizal a la compra de material sanitario, a los parados o a reducir el gasto público. Pero que lo cierren. Y, de paso, que alguien denuncie de una vez a Tezanos, alias «El Trampas».