Opinión

Oriol es amor

Esta semana pasada, el que fuera vicepresidente del Govern de la Generalitat y político preso por un golpe de estado incruento acaecido en 2017, Oriol Junqueras, fue entrevistado en TV3 en horario de máxima audiencia. Con un tono altivo y prepotente, se presentó como una «buena persona» y un mártir de la causa soberanista, amenazando con volver a repetir las fechorías por las que ha estado casi 1000 días privado de libertad.

En su narcisista intervención, que evidenciaba un desmesurado ego, repitió con desvergonzada altanería que «el junquerismo es amor» ante cientos de miles de catalanes abducidos por una televisión pública al servicio del proceso rupturista. Junqueras insistía de forma arrogante que él era «una buena persona, honrada y honesta», de la que nadie debía dudar. El supremacismo moral de que ellos, los separatistas son buenos, y el resto somos bestias taradas, tal y como dejó en sus escritos Quim Torra.

Oriol Junqueras es un producto de TV3. Historiador y formado en el elitista «Liceo Italiano», católico practicante, trabajó como presentador en varias series de ficción sobre la guerra civil, como «Els Maquis» y «La guerra silenciada». Su fama le llegó cuando fue escogido presentador del programa «El Favorit», brillando en un espectacular sketch, disfrazado de Jaime I con espada medieval incluida y partiendo sandías durante cuatro hilarantes minutos. Su fortaleza física, su determinación, su bonhomía y su destreza repartiendo mandobles le hicieron inmensamente popular, siendo ungido presidente mesiánico de ERC en septiembre del 2011.

Junqueras ha sido el autor intelectual del «España ens roba» y de denuncia de la asfixia económica, según su argumentación «producida por el expolio español, sufrido por Cataluña durante 26 años», y lo hace sobre la base de la siguiente afirmación: «Si cada año no desapareciese de nuestro país un 8% de nuestro producto interior bruto, en 10 años lo doblaríamos y cada 10 años seríamos el doble de ricos. Habríamos cuadruplicado nuestro producto interior bruto». Falacia insostenible, como han apuntado economistas como Ángel de la Fuente o Josep Borrell. Pero no sólo argumentó con manipulaciones torticeras el supuesto expolio fiscal, sino que sus mentiras llegaron a inventarse la comparación con Alemania en relación al déficit fiscal, y es que no existen las balanzas fiscales en Alemania, ni limitación alguna al déficit de los Länder.

El 27 de agosto de 2008 Oriol Junqueras publicó un informe que avalaba las tesis de las diferencias genéticas entre españoles y catalanes: «Los catalanes tenemos más proximidad genética con los franceses que con los españoles, más con los italianos que con los portugueses; y un poco con los suizos. Mientras que los españoles presentan más proximidad con los portugueses que con los catalanes y muy poca con los franceses».

A Junqueras, los ricos catalanes le ríen las gracias mientras prepara a su partido para ganar las elecciones. Con amor.