Opinión

Otra vez campeones del mundo

Por mucho que Sánchez se lave las manos cual repugnante Pilatos y descargue las responsabilidades del Covid en las autonomías, el común de los mortales continúa pensando que, para lo bueno y para lo malo, el gran responsable de cuanto sucede en España es el presidente del Gobierno. Seguramente por eso el argumentario de los mayoritarios periodistas socialcomunistas es tan aparentemente sibilino como en el fondo simplón: la culpable del virus es Ayuso. Al punto que, escuchándoles, uno sospecha que el Covid no lo creó un machaca de Xi Jinping en el Instituto de Virología de Wuhan sino la presidenta madrileña. El caso es trazar una tupida cortina de humo para que los inmisericordes datos no destrocen a Sánchez y al gürteliano Iglesias, cuya última gran aportación a la gobernación de España son ese moño y esos pendientes que le quedan tan monos. Y de paso ver si suena la flauta y esa mema útil que es la nueva Inés Arrimadas se aviene a colaborar en el golpe de Estado en forma de moción de censura que tanto ansían en Madrid. No perdonan que, prometiéndoselas tan felices como se las prometían hace un año, la derecha retuviera una Comunidad que dispone de un presupuesto que les permitiría montar unos cuantos ERE. Las cifras son las que son, las oculte Agamenón o su porquero. En la primera ola fuimos el país con más muertos y contagios per cápita del mundo y los número 1 en sanitarios infectados en ¡¡¡términos absolutos!!! Sánchez nos tranquilizó en julio: «Hemos derrotado al virus y controlado la pandemia». Sea o no gafe, que intuyo lo es; sea un mentiroso o no, que lo es y en cantidades industriales; sea o no un incompetente, que lo es en grado superlativo; lo cierto es que en esta segunda racha volvemos a ser los líderes mundiales en fallecimientos. Y también ostentamos el dudoso honor de ser los campeones en contagios: 236 por cada 100.000 habitantes, a años luz de la segunda, Francia (120), Reino Unido (33), ¡¡¡nuestra hace no tanto gemela Italia!!! (29) o Alemania (19). La España de Aznar era la de los talentos, los récords de creación de puestos de trabajo y los subidones del PIB. La de Sánchez es la campeona pero en todo lo malo: muertos, enfermos, desplome del PIB y destrucción de empleo. Tenemos lo que nos merecemos por haber elegido por activa o por pasiva a un tuercebotas como presidente.