PSOE

Un PSOE cada día más irreconocible

El Partido Socialista no podrá obtener por sí solo mayoría absoluta porque una parte importante del electorado, especialmente en Madrid, las dos Castillas y Andalucía

La lectura que hace Pablo Iglesias de la situación política española es que, con una derecha debilitada porque una parte del electorado tradicional del Partido Popular se ha refugiado en Vox, el espacio de Podemos está asegurado siempre que desde el gobierno se pacte con los nacionalismos y los independentismos.

La operación que ha impulsado el líder morado, promoviendo la reforma del delito de sedición contemplado en el Código Penal, es un flotador a ERC, de cara a las elecciones catalanas, pero también es su salvoconducto ante una agresión de Sánchez. Además, lo hace poniéndose frente al gobierno del que forma parte, incluso pone fecha a la excarcelación de los independentistas, febrero.

Con Bildu como aliado y amigo y los exconvergentes de Cataluña alineados con el Gobierno de cara a la votación presupuestaria, de hecho, una de las dos facciones en que se han roto ya lo está, el resto es coser algunas costuras como la del PNV.

En ese escenario, al PSOE le va mal y a Podemos bien. El Partido Socialista no podrá obtener por sí solo mayoría absoluta porque una parte importante del electorado, especialmente en Madrid, las dos Castillas y Andalucía, es reacio a que Rufián y Otegui marquen el paso a los españoles mediante pactos con Sánchez.

Sánchez, fiel a su estilo, no contempla este tipo de estrategias, solo mantiene afilado el arma con el que intentará dejar fuera a los morados pero, el líder podemista es consciente de que, una vez aprobados los Presupuestos, es perfectamente prescindible y no está por la tarea de ponérselo fácil.

No se va a dejar degollar, en la medida que pueda evitarlo, es más listo y juega con esa baza. En su nueva estrategia ha dejado muy atrás aquellos tiempos del famoso sorpasso a los socialistas, ahora, lo que quiere es sobrevivir en el gobierno y sabe que su única opción está en debilitar al PSOE y al mismo tiempo convencer los usos de que si no fuese por él los socialistas harían políticas de derechas.

Sánchez pierde votos por cada abrazo a Bildu y a ERC, Podemos no gana, pero tampoco pierde y de eso se trata para Iglesias. Además, el líder socialista tiene por delante un difícil 2021, incluso con presupuestos aprobados y dinero caliente de Bruselas.

España es el segundo país de la OCDE con mayor recesión económica y los efectos en el empleo y el cierre de varios miles de empresas que ya venían tocadas desde la crisis del 2008, empezarán a notarse en unos meses.

Por otra parte, en relación a la pandemia, las muertes del mes de noviembre han sido desde todo punto de vista inaceptables y la gestión de vacunar a la población traerá controversias y requiere un tiempo que la economía no tiene.

Todo apunta a que Pablo Iglesias tiene las de ganar. De momento más vale maña que fuerza, vuelve a doblar el brazo a Sánchez y hace el PSOE cada vez más irreconocible.