Opinión

En serio

Henri Bergson, filósofo francés que tuvo grandes debates con Einstein, decía que cuanto hay de serio en la vida arranca de nuestra libertad. Ojo, decía “serio” y no “severo”, que son palabras que no significan lo mismo pero que muchas veces confundimos los humanos. Ir en serio en algo, no significa lo mismo que ser severo con algo. La seriedad y la severidad las mezclan para confundirlas, muchas veces intencionadamente, aquellos que no están interesados en que las cosas se hagan seriamente. Cuando alguien no desea seriedad en los procedimientos es porque sabe que esa seriedad le perjudicaría para conseguir sus fines. Así que su primer sabotaje a la seriedad es intentar que la gente la confunda con la severidad, porque la severidad es adustez, transmite autoritarismo, algo que nos constriñe y que es fácil connotar como odioso y provocar la rebelión contra ella.

La seriedad, por su parte, es mucho más difícil de atacar porque tiene una carga de nobleza que resulta casi imposible satanizar. Hacer las cosas en serio es ser veraz, hacerlas para que salgan bien y tenga el mejor resultado. Contra esa intención es muy difícil luchar y resulta casi imposible desacreditarla. Trabajar seriamente, con seriedad de propósito, es la base imprescindible en cualquier trabajo para conseguir una obra de mérito.

El discurso de nochebuena de Felipe VI a los españoles fue, por ejemplo, serio, pero evitó con tacto ponerse severo. Tres días después del mensaje navideño del rey, empezó la vacunación de los españoles contra el coronavirus. Intercaladas entre esas dos fechas se hicieron públicas las reacciones de los populistas, que se querían severas, a las palabras del rey. Pero las críticas de los que están obsesionados con desacreditar nuestro sistema democrático, para así progresar más ellos, fueron muy poco serias. Se notaba que ya estaban escritas antes de que empezara la alocución. Ayer fue el día de las inocentadas y quizá esas reacciones hubieran encontrado mejor acomodo en una fecha como esa. Todos sabemos ya que las cosas hoy en día no van en serio, sino que van en serie. Lo que señalo, aunque no lo parezca, es importante. Hablo en serio.