Pedro Sánchez

El PSOE se la juega en Cataluña

A Sánchez le interesa que Cataluña se pronuncie cuanto antes, un retraso de las elecciones le puede dejar con un candidato destrozado políticamente por su gestión

Si el 2020 fue un año muy difícil, el 2021 ha empezado con ganas de superarlo. Mientras la tercera ola de la pandemia está siendo más dura en términos de infectados y de fallecidos y el temporal Filomena arrasa con media España, nos quedábamos ojipláticos viendo en la televisión como un señor medio desnudo y con cuernos vikingos en la cabeza, tomaba, junto a unos centenares más, el Capitolio.

En medio de todo ese barullo, más propio de una película de ciencia ficción, hay algunos asuntos que parece hayan pasado al olvido, como el de los independentistas catalanes y el desempleo, pero que, en realidad, van a ser los protagonistas del año.

Los líderes nacionales se la juegan en Cataluña y los separatistas, más aun. La confrontación parece que está centrándose en la fecha de las elecciones, Moncloa quiere ya y el Govern aplazarlo.

La lectura es evidente, Sánchez cree que las cosas pueden ir peor para sus intereses a medida que transcurra el año, en tanto que el resto de partidos quieren aplazarlas. Ciudadanos y la CUP son los más beligerantes, probablemente los que más perderían hoy y el precedente de Galicia y Euskadi les refuerza el argumentario.

Por su parte, los independentistas ya han encontrado una bandera contra el Estado. En realidad, si les fuese suficientemente bien electoralmente en este momento, no lo hubiesen propuesto, pero todo el mundo sabe lo que viene por delante y ven una oportunidad.

Lo que está por llegar son tres incógnitas: cómo se gestiona la tercera ola de pandemia, cómo se gestiona la vacunación y, cada vez con más importancia, cómo evoluciona la economía en los próximos meses.

Las nuevas proyecciones de crecimiento económico que están haciendo, tanto entidades privadas como entidades públicas, empeoran sustantivamente las expectativas que tenía fijadas el gobierno.

Suponiendo una campaña de vacunación eficaz y rápida y controlando en las próximas semanas la Covid-19, las cifras de crecimiento están en el 5,5% para este año, prácticamente la mitad de la estimación que hizo el ejecutivo para elaborar los Presupuestos Generales del Estado.

La famosa recuperación prometida para el 2021 deberá esperar, si no ocurre nada más, hasta el año que viene. Esto significa cierre de empresas y más desempleo y el CIS ya avanzaba que estos eran los grandes problemas que señalaban los ciudadanos.

La situación se puede seguir sosteniendo durante unas semanas con la inyección de dinero europeo, la prórroga de los ERTEs y alguna otra medida. Pero contener un tsunami es muy complicado y ya veremos cómo se gestionan los fondos porque pueden convertirse en un foco de críticas.

Además, Sánchez debe empezar a caminar en solitario, Iglesias se va alejando hacia posiciones mucho más críticas, que terminarán siendo de oposición cuando la crisis apriete la corbata.

En definitiva, a Sánchez le interesa que Cataluña se pronuncie cuanto antes, un retraso de las elecciones le puede dejar con un candidato destrozado políticamente por su gestión y un reguero de votos perdido por la crisis.