Política
Hazañas
En nombre de la libertad, dignidad, independencia, emancipación, voluntad popular…, se han logrado hazañas increíbles en la historia. Los libros de texto de antaño (cuando había libros de texto) estaban repletos de episodios, nacionales e internacionales, protagonizados por aguerridos jefes militares, ciudadanas de excepción, políticos de fuste… Francia fue un escenario revolucionario que mostraba caminos inéditos al resto del mundo, incluida España. Por estos lares, a partir de 1824 se inició un periodo convulso que trajo miedo a discreción, pero también cambios absolutos, no solo absolutistas, como sustituir de hecho al Tribunal del Santo Oficio por la creación de un primer cuerpo de Policía del Reino con el mandato de garantizar la seguridad ciudadana. El país se encontraba dividido –seguramente un poco menos que hoy día– en dos bandos que se llevaban a matar. Que, de hecho, se mataban entre sí en cuanto podían. De aquella época (1830) es el famoso cuadro «La libertad guiando al pueblo», de Eugène Delacroix, en el que una mujer con una bandera de Francia, con el pecho más descubierto que una Femen, harta de abusos y quizás de fregar, camina sobre un París en llamas, regado de cadáveres y levantado en armas contra Carlos X de Francia, que había cerrado el Parlamento y se disponía a acabar para siempre con la libertad de prensa que tanto molesta a los tiranos de todos los tiempos. Mala época para la libertad. Peor para la prensa. En Madrid ahorcaron a un pobre zapatero, Juan de la Torre, por expresarse en voz alta preguntando: «Libertad, ¿dónde estás, que no vienes?». Al alcalde de la corte, Andrés Oller, que se negó a firmar la sentencia de muerte del desgraciado, lo condenaron a destierro. Hombres cabales y valientes ambos. Hoy no los recuerdan ni en la Wikipedia. Por supuesto, también se han perpetrado incontables barbaridades en nombre de la libertad, del proletariado, por mandato divino, etc. Pero cometer atrocidades (legales, sociales, políticas…) en nombre de la «Salud Pública», como está sucediendo ahora…, ¡eso no había ocurrido jamás! De la «¡Libertad, Igualdad, Fraternidad!», hemos pasado a la «¡Sanidad, Inmunidad, Vacunidad!». (Qué espanto).
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