El Gobierno de Pedro Sánchez

De la relatividad al relativismo

Para entender la teoría de la relatividad hay que estudiar a Einstein, de la misma manera que para comprender la «dictadura del relativismo», hay que reflexionar con Benedico XVI. Un profano pensará que son similares, o incluso lo mismo, pero su objeto de estudio es diferente; la Física en la primera y la Teología y la Moral en la segunda.

El Gobierno de Sánchez e Iglesias parece pertenecer a este grupo de profanos –o así lo aparenta– cuando se trata de asumir responsabilidades políticas. Carmen Calvo aplicó su particular interpretación de la teoría de Einstein al diferenciar las promesas y compromisos de Sánchez distinguiendo en el tiempo entre la persona del candidato y la del presidente. Esto es más propio de la Teología que de la Física, pues evoca el misterio de la Santísima Trinidad, aunque sin llegar las dos personas del ciudadano Sánchez a ser un solo dios, al menos de momento.

Tras la variable tiempo, el Gobierno se adentra ahora en la del espacio, al contestar en sede parlamentaria que cuando el Vicepresidente Iglesias compara al prófugo de la justicia Puigdemont con el exilio republicano, lo hace «fuera del ámbito de su responsabilidad gubernamental». Creo que el actual Frente Popular está innovando en la Teoría Política con su proceder: la responsabilidad política no es exigible para ellos, que están fuera del espacio y del tiempo. Acaso estén en el planeta de los simios, y consideran primates a sus ciudadanos, confundiendo la relatividad con el relativismo, y riéndose del personal.