El Gobierno de Pedro Sánchez

¿Dónde estarán los indignados?

El precio de la luz alcanzó ayer su máximo histórico anual, con un coste de 99,8€ por megavatio hora, el tercer precio más caro de la historia, y los que estaban indignados, cabreados, enojados e irritados cuando gobernaba el PP y la luz subía un 4,9% salían a la calle porque el país se empobrecía y suponía una ataque a las familias en toda regla, ¿por qué no salen ahora? ¿Dónde estarán esos indignados?

El precio de los carburantes sigue al alza en plenas vacaciones estivales y cuando se espera una mayor movilidad, los indignados, cabreados, enojados e irritados cuando gobernaba el PP, ¿dónde estarán?

¿Dónde estarán los indignados que llenaban las calles cuando el PP garantizaba la subida de las pensiones, cuando ahora la reforma aprobada por el gobierno de Sánchez, supone un ajuste de 30.000 millones de euros, la ampliación de los años que se toman en cuenta para calcular la pensión, una subida de impuestos y retraso en la edad de la jubilación? Aún no entiendo como el ministro Escrivá no es promocionado para alguna de las categorías de los premios Nobel por haber descubierto el elixir de la juventud porque cada año que pasa más lejos estás de la jubilación.

Sánchez anuncia a bombo y platillo el fin de las mascarillas en la calle y 15 días después se quiere cerrar el ocio nocturno por la subida de los casos. Y yo me pregunto, ¿los indignados no se indignan con este desgobierno indignante? Solo se me ocurren dos posibilidades para que los indignados no estén llenando las calles, o han sido agraciados con el sorteo del euromillón, o están preparando las cartelería y los kits correspondientes para un futuro gobierno del PP. O ¿la indignación moral, como decía el sociólogo Herbert, no es más que envidia con aureola?