Pandemia

Covid 1- Marhuenda 0

«Es impresionante la cantidad de gente que se está enriqueciendo gracias a la pandemia»

El marcador se mantiene desfavorable y sigo confinado con una covid leve, afortunadamente, y sometido a la opresiva y absurda reclusión decretada por nuestros gobernantes. Es una lástima que no sea Ayuso quien fije los días de confinamiento, porque me encuentro perfecto y podría estar en la calle. En cambio, tengo que sufrir la «histeria política», debería ser incluida en el catálogo de enfermedades del sistema público de salud, que se ha desatado y soy uno de los rehenes de esa confabulación formada por los políticos que sobreactúan y los funcionarios de la medicina que decidieron que tengo que estar retenido contra mi voluntad durante diez días, aunque ahora ya son solo siete, pero parece que no se me aplica la pena más favorable como sucede en el Derecho Penal. Desde luego, la alianza contra los sufridos ciudadanos de esos dos colectivos es realmente opresiva para nuestras libertades. Mi covid de hace una semana no es distinta a la de hoy, salvo que exista la variante Marhuenda, por lo que tendría que estar confinado sólo siete días.

Hoy he dado un salto realmente importante y me he hecho el autotest. Eso de meterse un palito en los agujeros de la nariz es asqueroso y hace cosquillas. Me ha salido gratis con mi tarjeta sanitaria, una sensata aportación del gobierno de Ayuso, y he aprovechado para que me compren otros cuatro. Llegado a este punto he seguido la costumbre de leerme las instrucciones y la información del fabricante. El procedimiento es tan sencillo que sorprende la actitud cerril de las autoridades sanitarias, al servicio de los diversos colectivos del sector, cuando parecía una herejía que hubiera autotest o que pudiera vacunarse de forma masiva empleando al personal jubilado o incluso veterinarios. Ya se sabe que aquí somos más listos que el resto del mundo. A pesar de ser aprensivo he superado la prueba con éxito. El otro aspecto que me ha resultado interesante es constatar que es un producto chino y que ese país comunista se sigue forrando a costa de los incautos capitalistas occidentales que les hemos enviado decenas de miles de millones gracias a la covid. Es impresionante la cantidad de gente que se está enriqueciendo gracias a la pandemia y, especialmente, los comunistas.