Opinión

Costa no es Sánchez

De Portugal deberían extraerse algunas conclusiones

Las direcciones de los partidos suelen agarrarse a un clavo ardiendo cuando las expectativas son malas. Se trata de crear un ambiente positivo que ponga prietas las filas en torno al líder.

El éxito rotundo de Antonio Costa en Portugal ha venido como anillo al dedo al PSOE, rearmando de energía a la guardia pretoriana de Pedro Sánchez. La maquinaria de propaganda ya ha empezado con dos argumentos: la socialdemocracia está de moda y coge más fuerza en Europa y no hay que fiarse de los sondeos electorales.

Siendo ciertas las dos cosas, eso no significa que en España vaya a ser igual. En Portugal, más que fallar las encuestas, se ha equivocado un medio de comunicación, la CNN local. Lo que sí consiguieron es crear una opinión entre los demás medios de que las elecciones estaban empatadas.

Por otra parte, Costa es un valor añadido para el PSP, arranca bastantes más apoyos que sus siglas, elevando, de esa manera la potencia electoral del propio partido. En España, Sánchez está bastante lejos de lograr esa situación.

La prueba palmaria es que han decidido que no aparezca en la campaña de Castilla y León, señal de que no mueve un voto. Además, si Tudanca queda mejor de lo esperado, Sánchez recogerá las mieles de la victoria y presumirá de fortaleza en las urnas, si las encuestas aciertan, el candidato socialista será sacrificado en la picota como único responsable.

De Portugal deberían extraerse algunas conclusiones. La primera es que los electores prefieren seriedad en la gestión al marketing político y los efectos especiales. El segundo, que debe revisarse la manera en que los sondeos se utilizan para favorecer o perjudicar a los partidos y a sus líderes, claro, que la reflexión debería empezarse en los propios institutos públicos, como el CIS.