Supervivientes

¿Orgasmo o napolitana de chocolate?

En efecto, aquí no se habla mucho de los suicidios asociados a realities, pero haberlos haylos; ya se han quitado la vida más de 40 concursantes en el mundo

¿Irían a supervivientes? La mayoría de las personas que trabajan en el formato dicen que ni locos…Yo, en principio iría, sin cámaras no me interesa el baño de popularidad inversa que te puede ofrecer un reality, aunque sí el reto…

Lucía Etxebarría, escritora y ex concursante me dice que esos formatos son un suicidio moral, que se sufre muchísimo y que no merecen la pena en absoluto, a menos que uno necesite el dinero con carácter de urgencia, como es el caso de la gran mayoría de participantes. Dice que si uno quiere emociones fuertes o medirse con la madre naturaleza o el aislamiento, que se vaya al Himalaya….

En efecto, aquí no se habla mucho de los suicidios asociados a los realities, pero haberlos haylos; sin contar a la bella Verónica Forqué (DEP), que padecía una depresión antes de entrar en el programa, ya se han quitado la vida más de 40 concursantes en todo el mundo.

En España, algunos personajes que salieron de populares programas como Ania (de Gran Hermano) confesaron que al salir padecieron ansiedad y depresión. Leí que el mismísimo

David Bisbal, probablemente el concursante mejor tratado de la historia de la televisión, llegó a decir que los triunfitos eran “carne de psiquiatra”…

¿Qué me dicen? ¿Se sienten ustedes tan sólidos psicológicamente como para atravesar por semejante conjunto de infortunios? Lo cierto es que, con o sin cámaras, la participación es muy penosa.

¿Fuman ustedes? En Supervivientes nadie tiene acceso a tabaco, los que fumaran previamente, han de aguantarse, y si están nerviosos… ¡Mejor para la organización! Hay que decir que un buen fumador que no recibe su ración de nicotina puede sufrir un brote psicótico, pero… El equipo (fundamental) de casting elige concienzudamente a cada personaje y sabe la clase de show que nos va a ofrecer.

En cuanto a la manduca, si hay algo que los habitantes de los Cayos extrañan más que nada es justamente comer. Cuando comenzó el concurso en el 2000 no recibían ningún tipo de sustento, más allá de isotónicos, pero ahora tienen 100 gramos de arroz blanco por persona. Con todo, la dieta es tan severa que además del evidente adelgazamiento de cuantos aceptan el desafío, la mayoría de las mujeres jóvenes pierden la menstruación durante el concurso.

Cabe destacar que al igual que los cachés no son los mismos, tampoco las circunstancias son las mismas para todes ¿no han oído hablar de los sándwiches de pollo que se zampaba de estraperlo Kiko Rivera? Por lo visto, sus compañeros, famélicos, oír, ver y callar… Eso y escarbar entre las basuras de la organización y rechupetear las raspas de la comida de los cámaras (me lo han dicho fuentes muy fiables).

También me han contado algo muy tierno y a la vez muy Segunda Guerra Mundial: que las concursantas, los días de gala, se maquillan los ojos (ahumados) con las sustancias negras, como el hollín, que producen las hogueras y que se colorean labios y mejillas con sangre procedente de pincharse algún dedito, como hacían las mujeres en los campos de concentración para librarse de la cámara de gas…

Reconozco que para mí la abstinencia cosmética de cuatro meses sería dramática (soy adicta a la hidratación), por lo demás, lo peor serían los hijes; la decisión de desaparecer cuatro meses (si la cosa va bien, que es lo deseable en un reto por eliminación) siempre me ha parecido tremenda. ¿Cómo lo hacen los padres y madres que van a Gran Hermano y al resto de los formatos de convivencia? Yo esperaría a que mis hijos crezcan y no estén a mi

cuidado para pensármelo si quiera. ¡Un momento! ¿y mis perros? Además, cuando los niños sean mayores imagino que yo también seré bastante mayor. ¿Podría con cincuentaymuchos arrastrarme por la tierra con la boca y los ojos llenos de fango para conseguir un poco de espagueti o una chocolatina? ¿Podría soportar una convivencia de cuatro meses con un puñado de desconocidos y sus peculiaridades y conseguir que ellos no odiasen las mías?

Porque en tales condiciones de privación, donde los protagonistas nunca saben la hora, ni duermen (entre los turnos para el fuego, la lluvia, los insectos y los horrores de la jungla) y se limpian con unas gotas de agua y defecan en un hoyo, imagino que las intimidades fisiológicas y las miserias morales afloran, reverberan, reverdecen y frondosean como el mismo Caribe.

Y no es que los hombres carezcamos de grandezas que reflejar, pero son pocas, en mi opinión, y menos en circunstancias límite y son las debilidades las que se graban o las que dan juego, y, por tanto, las que llegan editadas al público…

Me cuentan que los psicólogos están presentes antes, durante y después, sin embargo, otros profesionales ajenos a la organización opinan que no hay una preparación suficiente para los concursantes, y lo que se les viene encima.

¿Cuatro meses sin un orgasmo? ¿Qué me dicen de eso? ¿orgasmo o macarrones con chorizo? ¿orgasmo o napolitana de chocolate? ¿qué preferirían? Dicen que en Supervivientes poco sexo, pero mucho achuchón. Por cierto, la organización les proporciona 1 preservativo.