Pedro Sánchez

¿Por dónde tiene pillado Mohamed VI a Sánchez?

El rey alauita tiene el contenido enterito del móvil del presidente, básicamente, porque se lo robó la pasada primavera

La gestión económica de este Gobierno es desastrosa por mucha ingeniería contable que hagan colando en las estadísticas más de 500.000 puestos de trabajo fake. Tenemos más inflación que ningún otro gran país de la zona euro, somos los líderes de la OCDE en desempleo y ostentamos el lamentable honor de ser el único estado comunitario que aún no ha recuperado el PIB perdido por el virus chino. La política territorial sería constitutiva de un delito de traición si en España la separación de poderes no fuera una filfa. Lo que nunca atisbé es la posibilidad, ahora convertida en realidad, de que la política exterior saltase por los aires y quedase hecha unos zorros para muchísimo tiempo.

Los cambios de alianzas internacionales han de ser lentos so pena de hacer un ridículo monumental y quedar mal con todo hijo de vecino. Pedro Sánchez ha conseguido el dos en uno: se metió en un lío histórico al acoger en España al capo del terrorista Frente Polisario, Brahim Ghali, Mohamed nos la devolvió inundando Ceuta de inmigrantes, sólo le faltó pinchar con Pegasus el móvil del conserje de Moncloa y las relaciones comerciales se fueron al carajo. Apenas un año después, en marzo concretamente, nuestro vecino del sur dejó como un pardillo nivel dios a nuestro todavía presidente al hacer pública la carta que había remitido a Mohamed VI. En ella se decía «Diego» donde antes se pronunciaba un claro y contundente «digo». El jefe del Ejecutivo socialcomunista reconocía la soberanía marroquí sobre el Sáhara, por cierto, siguiendo a pies juntillas la filosofía implementada por Trump. Las consecuencias no se han hecho esperar: Argelia retiró a su embajador en Madrid, bloqueó el envío de gas a España a través del gasoducto que pasa por Marruecos, nos ha disparado los precios y ahora suspende tanto las importaciones como las exportaciones a nivel global. Lo cual, no nos hagamos trampas al solitario, degenerará en la interrupción total o parcial del suministro de una fuente de energía que sirve para calentar nuestros hogares, tener luz, cocinar o cargar los vehículos eléctricos. Un tsunami de proporciones bíblicas.

¿Y por qué Pedro Sánchez ha pasado de hacer manitas con el Frente Polisario a acostarse con el gran enemigo de esta organización terrorista? No es preciso gozar de la inteligencia de Steve Jobs, Bezos o Musk para determinar lo obvio: porque el Comendador de los Creyentes, Mohamed VI, lo tiene trincado por las criadillas. El rey alauita tiene el contenido enterito del móvil del presidente, básicamente, porque se lo robó la pasada primavera. Teniendo en cuenta que Sánchez es un desahogado, que tiene de socios a ETA y los golpistas catalanes y que lo del respeto a la ley no parece molarle mucho, hay que concluir que en su terminal hay petróleo y del bueno. Y, claro, tampoco es cuestión de contrariar a quien te puede matar civilmente cuando le venga en gana. El retrato de lo sucedido queda casi completo si le agregamos el incontrovertible hecho de que su mujer, Begoña Gómez, tiene business en Marruecos. Y a nadie se le escapa tampoco que el maniaco del Falcon busca un puesto de altos vuelos en alguna organización internacional porque sabe que sus días al frente del Gobierno están contados. Y para ello es fundamental contar con el aval de los Estados Unidos, que son los que verdaderamente mandan en Marruecos. El problema es que España ya no es sólo un semiprotectorado yanqui, es que hemos adquirido la condición de protectorado de Marruecos y Argelia. Vamos, que somos unos parias en el concierto internacional. Otro hito socialcomunista. Thank you, Pedro.