Mónica Oltra

No es país para dimisiones

La imputación de Mónica Oltra no solo compromete su futuro en el Gobierno valenciano: también salpica directamente al proyecto político nacional de Yolanda Díaz

No sé qué pasará en mi tierra el 19 de junio, francamente. Solo espero que los andaluces jamás volvamos a sentir bochorno por motivos de corrupción o de mala praxis. Ya tuvimos bastante con los ERE, ya hemos visto a dos ex presidentes autonómicos condenados, a raíz de aquello. Por eso creo que no aportan gran cosa quienes se pasan ahora por allí a proclamar quién es honesto y lo contrario, o quienes ni siquiera han vivido en Andalucía, pero pretenden conquistarla a base de argumentos populistas. A buen entendedor, pocas palabras bastan.

…Y digo yo: ¿Qué significa ser un político «honesto»? ¿Y qué tiene que pasar para que un líder en primera línea, al saber que será investigado/imputado por un asunto turbio, coja sus cosas y se vaya? Me encantaría que respondiera Mónica Oltra pero, parafraseando la peli de los Coen, «no es país para dimisiones», amigos. El auto del tribunal que la sentará en el banquillo el 8 de julio señala que existen indicios de que, «desde el principio», la vicepresidenta valenciana y consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas conoció los supuestos abusos de su entonces marido, Luis Ramírez Icardi, a una menor tutelada de 14 años. Pero ella y su equipo lo ocultaron «durante más de cuatro meses», no lo denunciaron. Y ahí siguen, gobernando.

¿Cómo han reaccionado sus compañeros políticos? También me resulta llamativo. De entrada, silencio de Yolanda Díaz, silencio de Errejón, silencio de Podemos. Solo su propio partido, Compromís, la ha apoyado públicamente en estas primeras horas. Ximo Puig resiste, de perfil, a sabiendas de que esta bomba le puede estallar en las manos y desencadenar unas elecciones antes de lo que él querría. Me ha llamado la atención que únicamente la consejera de Justicia valenciana –compañera de Puig– se haya desmarcado públicamente del «blindaje» a Oltra. Gabriela Bravo, en unas declaraciones que la honran –visto lo visto–, aseguró hace unos días que ella, en la situación de Oltra, y más allá de posibles responsabilidades penales, se plantearía dimitir si comprometiera la credibilidad de la institución a la que representa.

La imputación de Mónica Oltra no solo compromete su futuro en el Gobierno valenciano: también salpica directamente al proyecto político nacional de Yolanda Díaz que, teóricamente, despegará en julio, al tiempo que veamos a Oltra en el banquillo.

Precisamente fue Valencia, en noviembre de 2021, la ciudad en la que Díaz presentó su propuesta política con Oltra de anfitriona, en una foto en la que vimos también a la líder de Más Madrid, Mónica García, o a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aunque no a las ministras Montero y Belarra. ¿Qué pasará ahora en la plataforma de la vicepresidenta Díaz? Este 19 de junio, de entrada, se presenta interesantísimo.