Gobierno

¡Por allí resopla!, Moby Dick fiscal

«El número dos de Hacienda sugiere más IVA y un IRPF más extendido y ve ineficaz gravar más a las rentas más altas»

Herman Melville (1819-1891) le hace decir al capitán Ahab «¡Por allí resopla!», en uno de los momentos de más tensión narrativa –cinematográfica un siglo después– en la persecución de la ballena blanca, en la novela Moby Dick. Desde el ballenero del Gobierno, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero acaba de anunciar un relanzamiento de la reforma fiscal y que negociará con Bruselas «medidas compatibles con la situación». Unos días antes, Jesús Gascón, el nuevo secretario de Estado de Hacienda, ha publicado un artículo en la revista del Colegio de Economistas en el que da pistas de cómo debería ser esa reforma. No puede ser casualidad, ni tampoco que lo que escribe el número dos de Hacienda esté muy alejado de lo que piense hacer la ministra, aunque luego Sánchez –no sería la primera vez– lo cambie todo por razones políticas.

Gascón escribe que un sistema tributario debe ser «coherente, bien estructurado y adaptado a la realidad». Constata que España recauda menos que otros países, pero que sobre todo lo hace en IVA y en IRPF. Añade que hay muchas desgravaciones en IVA y poca presión fiscal medioambiental. Advierte del riesgo de tomar medidas contraproducentes y, aunque no será popular, explica que por mucho que se quiera subir los impuestos a las rentas altas y a las empresas no se logrará aumentar de forma mínimamente significativa la recaudación. Solo un 0,6% de los contribuyentes ingresa más de 150.000 euros y sólo el 2,12% de las empresas factura más de seis millones. Por el contrario baraja la hipótesis de extender la obligación de declarar en el IRPF a las rentas más bajas, que ahora no lo hacen, y establecer un sistema de deducciones reembolsables para que no salgan perjudicadas. Plantea simplificar el sistema fiscal y recuerda que «están demasiado extendidas ideas, voluntaristas las podríamos llamar, que sostienen que los ciudadanos de forma muy generalizada podemos aportar menos y recibir mucho más o que dan por hecho que pidiendo una contribución solo a unos pocos se podrían solucionar fácilmente los problemas de las cuentas públicas». Todo muy claro en poco espacio. Nadie sabe cómo será al final la reforma fiscal, pero por ahora, salvo que Sánchez diga lo contrario, «¡por allí resopla!».