Pedro Sánchez
Tengo una pregunta para usted si no le importa
Presidente, hágame caso. Termine cuanto antes esta mentira que parece mentira para lanzarse a otra mentira que parezca de verdad.
Gracias por haberme elegido entre este grupo de personas que conforman el Gobierno de la gente, ese que le dirá lo que ansía España, como si España fuese una encuesta. Siempre he trabajado, perdón, siempre he sufrido ser impar, único, diferente, aun a costa de lo que se llama ahora salud mental, pero esta oportunidad que se me brinda para formar parte par (y pasa) de la plebe me parece maravillosa. Los optalidones de mi madre eran mágicos, claro que un día me tomé cuatro, y eso que era tan pequeño que aún no bebía. Hoy lo llamarían intento de suicidio por bullying. Subía hacia la calle Real como mecido por los cargadores del Nazareno de la Isla. Fantástico. Ayer le pitaron a usted (Sánchez) en Sevilla, y es que Espadas ansía la venganza de su derrota. Nunca deje su futuro inmediato en manos de un perdedor o le pasará lo que en Pino Monano: que le abuchean, y además, inopinadamente, porque el Partido Popular no monta esos saraos, es más de tomar el café con pastas, a no ser que quede con Isabel Ayuso que igual cae un gin tonic. Isabel, me debes uno. Alguien me debe un gin tonic y en estas tornas no perdono.
El Gobierno de la gente viene a ser como los palmeros de Las Grecas, ellos jaleaban pero no sabían que el dúo estaba infectado, tanto que a una la pillaron pidiendo por el Rastro, nonaino, que es en lo que terminará el Ejecutivo, llamando al voto entre yonquis de la antigua normalidad, la que jamás volverá. Presidente, no entiendo por qué insiste en hacer el ridículo, quién le asiste en tamaño chiste como de Chiquito, ¡iba un presidente! Aún puede ganar, pero no así, no haga caso a esos consejos. ¡Contráteme! La gente no es la gente que usted imagina, hemos cambiado tanto que ahora no nos gusta que nos llamen gente. ¿Gente joven? ¿Viva la gente? ¿Gente, la sección de corazón de los periódicos? Supongo que a estas bajuras me habrá entendido.
Acabe pronto con esta pantomima si no quiere hundirse aún más en el fango. Es muy fatigoso moverse entre el barro cuando cada paso consiste en liberar la pierna desde la rodilla. Soy de tierra roja, arcillososa, sé lo que cuesta salir de un atolladero. Presidente, hágame caso. Termine cuanto antes esta mentira que parece mentira para lanzarse a otra mentira que parezca de verdad. De lo contrario me tomaré ese gin en campo ajeno. Sigo a pie juntillas a los guapos. Timothy Chelemet en el Festival de Venecia. ¿Qué está pidiendo? No sea cutre. Apúntelo.
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