Patxi López
El incombustible Patxi y los antisistema
«Se ha perpetrado el despropósito y los independentistas condenados podrán presentarse a las elecciones»
Patxi López es uno de esos personajes imprescindibles en la vida política. Desde las Cortes de Cádiz hasta nuestros días siempre ha existido un Patxi dispuesto a servir al poder aparcando los principios y la coherencia. Es un superviviente que se adapta a cualquier escenario. Hace poco le tocó el premio gordo como portavoz. He de reconocer que me despierta una cierta simpatía por su carácter camaleónico. No hay duda de que es eficaz en su papel. Ahora le han encargado que sea inmisericorde con el PP, al que le debe haber sido lendakari, y convertirse en la primera línea de choque defendiendo lo indefendible, aunque espero que no acabe siendo como un gudari en Santoña. Al servicio de Sánchez se transforma en la reencarnación de lord Cardigan en la batalla de Balaclava y con fe ciega carga al frente de la Brigada Ligera con indiferencia por la superioridad rusa. Por tanto, no hay duda de su coraje, aunque me permito cuestionar su pericia con los argumentos jurídicos que utiliza para defender las excentricidades del Gobierno con la sedición, la malversación o la renovación de los órganos constitucionales. No son buenos tiempos para el Derecho, pero no creo que a Patxi le importe mientras La Moncloa valore sus intervenciones. Me consta que el presidente está muy satisfecho.
Al final, se ha perpetrado el despropósito y los independentistas condenados podrán presentarse a las elecciones. A este paso, les ponen una avenida en Madrid para reconocer sus méritos vulnerando la Constitución y el ordenamiento jurídico. No me sorprendería, porque ya tenemos una calle dedicada a un traidor como Bolívar. Lo que podemos constatar es que el bien jurídico a proteger no es el erario, sino los pactos parlamentarios. El Código Penal se ha convertido en un instrumento al servicio de ERC al igual que sucedió con los indultos. Junqueras se podrá presentar en las elecciones generales. Esperemos que no exija la celebración de una sesión extraordinaria de las Cortes Generales para que le pidan disculpas por haber aplicado el 155 y haberle condenado junto a sus compañeros de viaje. No me sorprende que los independentistas estén eufóricos, ya que se han convertido en los exégetas de la nueva disciplina del «Derecho Penal a la carta».
Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).
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