Obituario

Mientes, y tú lo sabes (Eran otros tiempos)

«Nicolás Redondo, que acaba de fallecer, protagonizó dos trifulcas estelares de “prime time” en TV ahora impensables»

Nicolás Redondo (1927-2023), sindicalista de rostro severo, histórico secretario general de UGT, protagonizó dos momentos estelares, que hoy hubieran sido un «prime time» por el que pagarían fortunas todas las cadenas. El primero ocurrió en el 18 de noviembre de 1977. En un debate en la única televisión de entonces, se midió con Marcelino Camacho (1918-2010), su rival de Comisiones Obreras (CC.OO). Los sindicalistas moderados, casi sin interferencias por Federico Ysart, discrepaban sobre los resultados de las elecciones sindicales –las primeras de la democracia– que se celebraban esos días, cuando Redondo le espetó a Camacho: «Mientes Marcelino, y tú lo sabes». El tantos años líder de UGT, ahora desaparecido, hombre de huelga y piquete, pero también político, era el candidato natural para estar al frente del PSOE. Sin embargo, consciente de su sitio en el tiempo, impulsó y consiguió que Felipe González fuera elegido secretario general de los socialistas en el Congrerso de Suresnes en 1974, no sin sortear dificultades, como detalla Ignacio Varela en su libro «Por el cambio».

Redondo tuvo luces y sombras, pero siempre estuvo en primera línea, hasta que optó por un retiro digno y a tiempo. Su segundo gran momento de «prime time» llegó el 19 de febrero de 1987, también en la misma televisión única. Victoria Prego moderó un debate entre Redondo, Camacho, Carlos Solchaga, ministro de Economía, y José María Cuevas (1935-2008), presidente de la CEOE. Redondo atacó desde el principio a Solchaga y llegó a decirle «te has equivocado de trinchera», «tu problema, Carlos, son los trabajadores, no la subida salarial» y otras lindezas. Solchaga no se arredró: «los cargos públicos cesamos, pero hagan las tonterías que hagan, los líderes de los sindicatos no suelen cesar». Luego, el 14 de diciembre de 1988, Redondo lideró una huelga, que paralizó a todo el país, contra el Plan de Empleo Juvenil del Gobierno en el que seguía Solchaga. Fue uno de los momentos más amargos de Felipe González en La Moncloa y supuso la ruptura con su viejo mentor. Sin embargo, a nadie se le ocurrió echarlo del PSOE como, por mucho menos, han intentado ahora con el hijo del propio Redondo y con Joaquín Leguina. Eran otros tiempos, solo quizá más redondos.