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Mirando la calle

El «Acqua Toffana»

«Hubo una Giulia Toffana que propició la aniquilación de hombres malvados, en defensa de sus mujeres oprimidas»

¿Se imaginan ustedes un veneno tan inodoro, incoloro e insípido como el agua, que hiciera efecto poco a poco, al principio con cansancio y fiebre, después con deshidratación, y que finalmente acabara matando tras unos vómitos y una quemazón en el sistema digestivo, sin dejar rastro? Pues eso era el Acqua Toffana. Un «remedio» que utilizaron más de seiscientas mujeres, casi siempre maltratadas, contra sus pérfidos maridos, en el siglo XVII. Nadie descubrió lesiones de sus muertes en sus cuerpos, ni siquiera cuando se les practicaron aquellas incipientes autopsias; pero, al final, la Inquisición acabo alarmándose y gracias, en buena medida, a los secretos de confesión de un clérigo, presuntamente implicado, logró juzgar y condenar a la creadora de este bebedizo mortal, Giulia Toffana, y sus principales cómplices: su hija, astróloga y una prostituta acogida por la madre de la propia Giulia. Las tres fueron ejecutadas. Previamente la madre de «La Toffana» había sido desmembrada, no por ser alquimista/científica e investigar el poder de las sustancias naturales, posible en su tiempo, pero prohibido de nuevo a las mujeres unos años más tarde (el catolicismo y el luteranismo se alinearon en el odio a las mujeres que, según Luthero «solo servían para parir»), sino por asesinar a su marido, tras recibir una ultima paliza casi mortal. Ni el clérigo cómplice, ni la abadesa encubridora, ni tantas mujeres liberadas acabaron en el patíbulo como las culpables, que organizaron una «banda criminal»…, con buenos fines. Si hubo un Robin Hood que robaba a los ricos para alimentar a los pobres, también hubo una Giulia Toffana que propició la aniquilación de hombres malvados, en defensa de sus mujeres oprimidas. Solo que, si Robin Hood quizás solo fue leyenda, «La Toffana» y su «acqua», existieron de verdad. La escritora y dramaturga Vanessa Montfort, flamante ganadora del Premio Primavera, fascinada por esta historia, la convirtió primero en una obra teatral y ahora en una novela excepcional, que no solo contiene un thriller trepidante, sino también un análisis pormenorizado de la Italia de la época, con imprescindibles reflexiones sociales y actuaciones estelares de personajes tan singulares como Caravaggio o Artemisia Gentileschi. No es una reconstrucción de la vida de «La Toffana», sino una ficción que parte de su realidad, en un relato magistral, en forma y fondo, que mantiene al lector sin aliento, desde la primera página a la última. Léanla