Sin Perdón

Alerta antifascista en Extremadura

«La realidad es que habrá un gobierno de auténtico progreso al servicio de los extremeños»

La situación no puede ser más grave. La peor de las pesadillas ha llegado como un tsunami a la izquierda política y mediática. El fascismo avanza con paso firme y ha caído Extremadura. Los extremeños sufrirán el rigor de este invierno que se extenderá hasta el último rincón de su tierra. Me recuerda la fábula de «La Bella y la Bestia» donde el reino, principado o ducado, depende de la versión, y su castillo quedaron petrificados o transfigurados sus habitantes en objetos parlantes. En este caso, los malvados son la baronesa popular María Guardiola y sus socios de Vox. El pobre príncipe es Guillermo Fernández Vara y los perjudicados son los extremeños que sufrirán un retroceso económico, social y cultural. Me temo que acaben viviendo en una nueva Atapuerca. Por supuesto, los derechos y las libertades están en grave riesgo. Creo que TelePSOE y los medios adictos tendrían que ir a negro en solidaridad con la catástrofe. Una vez superado el duelo pueden poner un crespón por cada comunidad que ha caído ante el mal infinito.

Me preocupa mucho la cantidad de altos cargos y asesores que tendrán que abandonar sus puestos en las comunidades autónomas, diputaciones provinciales y municipios gobernados hasta ahora por los socialistas. Lo más terrible es que se sustituirá el clientelismo por el mérito y la capacidad. Estamos ante una auténtica tragedia.

El caso extremeño es el más inquietante, porque los voxistas harán campañas ultras desde la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural. No hay duda de que intentarán convertir a las ovejas, las vacas y los cerdos para que participen en su cruzada contra los españoles. Los jamones extremeños serán su mejor instrumento en la conspiración que descubrirá algún intrépido periodista. La batalla contra la España progresista se dirimirá en la bella dehesa extremeña, donde el consejero de Vox tendrá la ardua tarea de adoctrinar a los alcornoques, aunque el mayor número se concentra entre los dirigentes de la izquierda. La realidad es que habrá un gobierno de auténtico progreso al servicio de los extremeños. Lo único que está en riesgo son las majaderías de la izquierda.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)