Los sonidos del silencio, ¿golpe letal a RIM?

Parece una broma de mal gusto, una venganza de ultratumba del idolatrado Steve Jobs, un sabotaje, una mano negra... Cómo es posible que la compañía dueña del producto en el que confiaban más profesionales esté haciendo el mayor de los ridículos ante una crisis sin precedentes que llega en su momento más delicado. No vamos a entrar en por qué no funcionan (o no funcionaban a la hora de escribir este blog) los teléfonos BlackBerry, ya lo han contado muy bien otros, así que Baby Chip les ofrece un link a unos compañeros que saben mucho de esto (http://www.xataka.com/moviles/problema-blackberry-fallo-lo-que-hace-especial-a-rim). El caso es que el terminal que no iba a fallar, ése que no era un juguete sino una herramienta de trabajo, está triste, callado como una piedra, con encefalograma plano. Un chiste recopilado de Twitter y movido por un crack del fútbol ilustra muy bien los sentimientos de los que miramos nuestro móvil y pensamos: ¿Por qué me has decepcionado?

aarbeloa17 Alvaro Arbeloa Coca

LOL RT @JohnNieve Mi abuela me ha pedido que le compre un movil sencillo,que solo llame y reciba llamadas.Le he comprado una Blackberry.

No hay que tener un master en comunicación de crisis para saber que la compañía canadiense RIM podría haber reaccionado de otra forma al colapso de sus servidores. Durante horas no hubo comunicación oficial y cuando sí la hubo fue escueta y nada tranquilizadora para los usuarios. En muchos casos, el perjuicio ha sido importante para quien depende del correo electrónico o Internet para cerrar un trato, valorar un informe o tomar una decisión importante. Deberían haberse volcado con ese usuario agraviado y que había mostrado la mayor fidelidad que se puede entregar a un producto sin llegar a la enfermiza obsesión de algunos seguidores de Apple. En poco tiempo deberían haber arropado a sus clientes, prometerles descuentos o alguna compensación. Sin embargo, la inacción ha provocado frustración y rabia. Se ha roto el idilio, se ha perdido un intangible que debe ser guardado como un tesoro: la confianza de los usuarios. Hay dudas y puede que éstas se traduzcan en mirar al androide o la manzana en la próxima compra de un terminal.

Este incidente ha generado un baño de realidad entre los que tenían una blackberry en el bolsillo de la chaqueta o en el bolso. Muchos se han dado cuenta que sin el punto fuerte de la mensajería hay aspectos del teléfono que dejan mucho que desear. Hasta ahora estas carencias se veían compensadas por la facilidad en la gestión de las comunicaciones (correo, sms, facebook, twitter, linked in, BBM o whatsApp), pero no dejaban de estar ahí. No importaba que las aplicaciones fueran escasas e insulsas, la cámara obsoleta, la resolución de la pantalla baja, el diseño feo, el GPS inservible y una pantalla sobre la que poner el dedo sólo sirve para dejar nuestra huella en el cristal. Daba igual, la experiencia era más que satisfactoria. Tras estos días de oscuridad, el teléfono parece un trasto viejo, anticuado y que no merece el "smart"de "smartphone". La tecnología, siempre lo dice Baby Chip, tiene un componente emocional y el sentimiento predominante ahora es la decepción. Puede que RIM aprenda de este mayúsculo error de previsión y sobreviva o no se levante más. Sin embargo, lo que es seguro es que en una discusión sobre quién tiene el mejor móvil, el usuario de BlackBerry nunca más podrá decir eso de "Yo me quedo con éste por su fiabilidad". Una lástima