Irene Villa

¡A seguir!

La Razón
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Impresionada con vuestros mensajes de apoyo en momentos tan duros, sólo tengo palabras de agradecimiento. También compartir lo menos bueno es fundamental para sobrellevarlo en compañía. El que nuestro cuarto embarazo, lamentablemente inviable, trascendiera a la prensa, nos ha dado la oportunidad, a toda la familia, de recibir aliento y ánimos a raudales, sin duda la mejor medicina: «Sois una hermosa familia y tu ejemplo ante la adversidad es un empuje hacia adelante para la humanidad». «Consigues que tengamos fe en el futuro y ánimo para vivir el presente». «Mis mejores deseos para una pronta recuperación a un gran ser humano que nos demuestra día a día qué significa resetearse». «Ejemplo de superación para todos». «Irene, ¿eres consciente del amor que te tenemos millones de españoles? Cuídate preciosa, te lo pide ‘‘un abuelete’’ que te admira con el corazón». ¡Millones de gracias! También a las mujeres que han pasado por algo parecido, incluso a las que la naturaleza o diferentes obstáculos les han impedido ser madres de forma biológica y por supuesto a sus parejas (los grandes olvidados de este sueño que suele ser mutuo): ¡ánimo! Como todos me decís, tenemos la suerte de tener tres hijos sanos, no podemos pedir más, pero es cierto que nos ilusionamos con la idea de que pudiese llegar una princesita a la familia. Como estamos tratando de asumir, lo que sucede conviene y todo pasa por algo. Ahora toca centrarnos en nuestros hijos... y en nuestra fundación, quizá esa cuarta hija que tanto ansié, y que por cierto precisamente esta mañana, iniciamos la puesta en marcha de la Flor Dulce de Navidad 2017, por cuarto año consecutivo, con el objetivo de la integración de personas con discapacidad intelectual, de quienes tanto tenemos que aprender. Este año hemos multiplicado las existencias y haremos envíos a todos los rincones de España, incluidas nuestras maravillosas y afortunadas islas. Los geniales y auténticos fenómenos, usuarios de la Fundación Prodis, que trabaja por la inserción laboral de personas con discapacidad intelectual, serán los encargados de endulzarnos una Navidad más.