Ali Babás profesionales

La madre de todos los escándalos. Suma y sigue. Y encima algunos prebostes ideológicos de la izquierda no tienen empacho en mostrar su cara de hormigón armado mientras denuncian la lentitud de la instrucción. Señores moralistas de la progresía, ¡si no hubiese tanto fraude que investigar y tanto mangante detrás ya se habría concluido la investigación de largo y de sobra! ¡¿O no?!

Lo que la Guardia Civil y los tribunales van camino de probar pone los pelos como escarpias. Una cúpula, unas elites llamadas a defender los derechos de los currantes que se han entregado a hacer todo tipo de trampas, líos con las facturas, enredos con el dinero público para terminar trincando por todo lo alto. ¡Cada año más!

Indecente, intolerable y bochornoso. Cuanto más estaban sudando la gota gorda los proletarios –unidos o separados–, más estaban estos Ali Babás profesionales volcados en el saqueo, el asalto, en ejercer de vergonzantes salteadores de caminos. ¿Esto también es culpa del PP? ¿Esto también obedece a la ojeriza que ciertos sectores sociales tienen respecto de los sindicatos de clase, empezando por UGT? ¡Hombre, hombre...!

Vamos a dejarnos de películas y de pamplinas. Y vamos a estar a lo que se debe: a presionar para que, lo antes posible, se esclarezcan unos hechos horribles, se ponga en su sitio a quienes presuntamente han actuado como vulgares chorizos y (¡esto ya sería la repera!) se devuelvan los euros que se han birlado a los contribuyentes. ¡¿O no tenemos derecho?!

Irónicamente. Paradójicamente. Esto es sencillísimo y, al tiempo, complejísimo. Menos obstrucción y falta de colaboración de los amigos de UGT (si no tienen nada de lo que avergonzarse, nada que esconder), y un poco de empeño en contarle a los jueces lo que reclaman. O sea, menos miedo y más vergüenza torera. ¡Ánimo y adelante!