Ayer 1 de octubre

Ayer fue una fecha significativa por diversos motivos:

Durante el franquismo, el 1 de octubre se celebraba el «Día del Caudillo», en recuerdo a la fecha en que sus compañeros de armas lo proclamaron Jefe del Gobierno del Estado, para unificar el mando político y militar del «Bando Nacional», recién comenzada la Guerra Civil en 1936.

En el calendario litúrgico, ayer se celebró la fiesta de santa Teresita del Niño Jesús, una joven Carmelita descalza que ingresó con 15 años en el Carmelo de Lisieux, donde fallecería 9 años después. Pese a su juventud y no haber salido nunca del convento, es Doctora de la Iglesia y copatrona de las misiones y de Francia. Confieso mi especial devoción hacia ella.

Siguiendo con la política, el 1 de octubre de 2016 el PSOE celebró el traumático Comité federal en el que Sánchez se vio apartado de la Secretaría General para evitar ir a unas terceras elecciones, y que desbloqueó el camino para que Rajoy fuera investido Presidente.

Por último, el primero de octubre de 1659 fallecía en el Burgo de Osma quien fuera Virrey de la Nueva España, Visitador, Capitán general, y Arzobispo electo de México, Puebla de los Ángeles y Osma: El hoy ya beato Juan de Palafox y Mendoza, hijo natural del Marqués de Ariza. Nacido en Fitero (Navarra), es «paisano» mío y yo devoto suyo también.

Ayer viajé de Barcelona a Madrid en AVE: El 1–O amarillo no pasará a la Historia.