Julián García Candau

Candidatura cantada

Florentino Pérez no ha necesitado fichajes de relumbrón para reafirmar su candidatura a la presidencia del Madrid como vaticinaban quienes, con poco fundamento, creían que tendría oposición. Florentino ha despedido la temporada sin un solo título, pero cuando aparece ante los medios para explicar sus argumentos, los méritos por los que desea continuar al mando del club, echa mano de un dato inimaginable cuando tomó posesión por vez primera: el Madrid es ahora el club más rico del mundo y ello, aunque circunstancialmente no se haya traducido en grandes victorias, sí lo catapulta para el futuro.

En su primera etapa, creo recordar que sumó siete títulos. Se marchó porque reconoció que había sido más forofo que presidente. Regresó porque el club estaba yendo de Herodes a Pilatos. El Madrid está por encima de las entidades deportivas tradicionales. Florentino rehizo la historia gracias a la herencia del abuelo, la Ciudad Deportiva, aunque fue posible por su personalidad y los apoyos políticos. Sus antecesores habían empezado a venderla por parcelas. Modificar la calificación urbanística fue gestión personal. Cambió la seda por el percal cuando se trasladó a Valdebebas, pero ahora nadie puede poner en duda la eficacia de las nuevas instalaciones. El viejo Chamartín será dentro de dos años modélico gracias a su carácter emprendedor, datos que nadie puede negar. En lo deportivo tiene más fallos. Este año, además de ausencia de títulos hay torpeza en los fichajes. No acierta en la formación de equipos sólidos en lo futbolístico.

Posdata. Los socios exigen títulos.