Restringido

CC, la «coletas» rubia de la derecha

La Razón
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Cristina Cifuentes es «la coletas» de la derecha. Una mujer rubia, tranquila, ambiciosa y de sonrisa luminosa. La nueva presidenta del Gobierno de Madrid puede considerarse una de las revelaciones de la temporada. Madrileña, 50 años, hija de militar, de familia numerosa y de orden, educada en un colegio de monjas, católica de misa diaria, ha evolucionado con el tiempo hasta declararse laica y republicana. Algún defecto tenía que tener. Hizo Derecho, se arrimó al controvertido rector Gustavo Villapalos, luego consejero de Educación con Gallardón, y arrancó desde muy joven su carrera política al lado de Fraga en las Nuevas Generaciones de Alianza Popular. Casada con el arquitecto Francisco Javier Aguilar Viyuela, sufrieron en casa las consecuencias de la crisis del ladrillo hasta tener que cerrar el estudio de arquitectura, con los consiguientes pleitos, penurias y disgustos, que algunos críticos malintencionados sacaron de quicio. Cifuentes ha pasado por todos los escalones del poder madrileño –el último, la delegación del Gobierno– hasta alcanzar ayer la cima soñada.

Se ha presentado a la investidura con aires renovadores, en parte obligada por los pactos firmados con Ciudadanos, partido que queda a la expectativa como cómplice y guardián. En este sentido Cifuentes ha visto limitada su autonomía y espontaneidad. En pocas semanas ha recibido un cursillo acelerado de adaptación a la realidad. Acostumbrada, como se ve, a evolucionar, lo ha hecho con una notable naturalidad. Pero en la investidura ha tenido que hacer mil equilibrios para defender al mismo tiempo el cambio que propone y la necesaria continuidad. Al final todo parece reducido a corregir errores, pero sin cambiar el proyecto político que sigue siendo válido y, por la cuenta que le tiene, sin renegar de sus predecesores a las primeras de cambio. Estos, lo mismo que la alcaldesa Carmena, con la que tendrá que cohabitar a partir de ahora, la observaban atentamente. No hubo, pues, lista como es ella, enmienda a la totalidad como quería interpretar el jefe de la oposición, Ángel Gabilondo. Esta mujer, llamada a liderar la renovación de la derecha razonable en Madrid, se ofrece a gobernar desde el diálogo, sin rechazar a nadie de entrada. Habrá que seguir a partir de ahora de cerca la trayectoria de «la coletas» rubia. Puede que sea sorprendente a juzgar por los antecedentes. Cristina Cifuentes, CC, está acostumbrada a pisar la calle y a viajar en metro sin fotógrafos.