Toni Bolaño

Corazón loco

Corazón loco
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Antonio Machín puso de moda «Corazón loco», el bolero que se preguntaba cómo se pueden tener dos amores y no estar loco. Artur Mas lo ha vuelto a poner en la cresta de la ola. En los últimos días, ha mostrado su amor en público con Rajoy. Todo un reencuentro después de la ruptura. A pesar de estos arrumacos en Moncloa, el president no renuncia a su tempestuosa luna de miel con ERC, si hacemos caso al consejero de Presidencia, Francesc Homs, que ha vuelto a situar la consulta soberanista como la prioridad del ejecutivo.

Los juegos malabares de las últimas semanas no han dado el resultado esperado. ERC sigue haciendo ascos a los presupuestos impuestos por España –no deben conocer la existencia de Bruselas– y a los socialistas no se les ve muy entusiasmados en subir al cadalso que les ofrece Mas. Con este escenario de enroque generalizado, CiU vuelve a desplegar sus mejores plumajes ante un Oriol Junqueras que pone el fin del mundo en la celebración de una consulta que, de momento, no es más que una entelequia. No es legal, no hay pregunta y, por mucho que se les llene la boca a los independentistas, no tienen la victoria asegurada. Además, ha entrado en una peligrosa deriva sustentada en hacer castillos en el aire. En una entrevista, el líder republicano ha dicho, sin sonrojarse, que una Cataluña independiente podría acceder a crédito en Europa. Podría preguntar, por ejemplo, a los chipriotas. Seguramente le darán claves concisas de cómo se las gasta Bruselas.

Sin presupuestos, Mas afronta un trimestre negro, «el peor del año». Los compromisos se le acumulan y sabe que no los podrá afrontar sin acuerdos con Moncloa. Con la consulta no llegará ni a final de mes. El camino no es de rosas. Tampoco para Rajoy. El presidente ha abierto un resquicio para un acuerdo con Cataluña abriendo el melón de la negociación. Ya le han crecido los enanos –cabreados– por toda España. Hoy Mas nos dirá que puede tener dos amores Nos dará sus argumentos para que sepamos dilucidar quién es «el amor sagrado» y quién «el amor prohibido».