De creencias e increencias

El reciente barómetro del CIS nos informa acerca de las creencias, increencias y prácticas religiosas de los españoles. Nada nuevo bajo el sol: se confirma la tendencia, lenta pero continuada de las últimas décadas, hacia una creciente secularización y quizás descristianización de nuestros compatriotas. Aún así, un 68% de los españoles se define a sí mismo como católico, practicante o no, lo cual no hace sino confirmar el sustrato y las profundas raíces cristianas de España.

En términos de analogía con los análisis demoscópicos electorales, podríamos decir que el «partido católico» alcanzaría un 68% en términos de intención de voto más simpatía, lo que –siguiendo con la analogía electoral– le convertiría en partido hegemónico. Pero este símil no deja de ser un espejismo o una broma, puesto que la misión de la Iglesia no es ganar elecciones, sino ayudar a salvar almas, ya sean de votantes suyos o no.

Por otra parte, nos indica que un 92% de votantes del PP, un 84% de VOX, un 74% de Ciudadanos, un 73% del PSOE e –incluso– un 31% de Podemos, se define a sí mismo como católico. Sin duda debemos hablar de un catolicismo sociológico y cultural más que de Fe, pero es un dato que debería obligar a esos partidos a aplicarse aquello de que «el votante siempre tiene razón».

España aún es católica, aunque algunos estén empeñados en que deje de serlo.