Marta Robles

Desprotegidos

La Razón
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Se piensa que no hay mejor lugar para que estén los hijos que con sus padres, pero por desgracia no es cierto. La historia está escrita con renglones sangrientos y despiadados, protagonizados por padres maltratadores, irresponsables e incluso asesinos de sus hijos, a los que, a veces, el sistema se ve obligado a arrebatárselos para salvarlos de ellos mismos. Es el caso de esa familia de Jaén, cuyos chicos de 2, 5 y 7 años acabaron tutelados por la Junta de Andalucía, en un centro de La Carolina. Una determinación que los padres no aceptaron de buen grado. Tanto es así que, en una última visita, parece que colaboraron en la desaparición de los pequeños. Durante unas horas hemos estado con el corazón en vilo. ¿Dónde estarían esos niños ya marcados por el destino incierto de tener que estar bajo la tutela institucional? Por fortuna, se hallaban escondidos en la casa de una hermana de la madre y una unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil dio con ellos. Es una historia con final feliz, que aprovecho para denunciar que los niños están desprotegidos. Sobre todo los que no son delincuentes. Porque a estos últimos, casi no se los puede tocar, pero a los que se convierten en víctimas, tantas veces de sus propios padres, no parece que la legislación les proteja lo suficiente como para conseguir, no sólo que no se les maltrate y que tengan que acabar alejados de sus progenitores, sino también que estos no los utilicen como moneda de cambio o como objeto donde escribir las venganzas de un mal matrimonio. Todos estamos expuestos a maldades lejanas y cercanas, pero los niños, sin duda, son los más desprotegidos.