Papel
El duelo
Nos disponemos a consumir una semana parlamentaria tan entretenida como inútil. El Congreso tiene ese aire de vuelta al colé, en el patio se busca la sombra y en el interior se esquiva el tiro de cámara para evitar que te pillen la bóveda del paladar en uno de esos bostezos con los que algunos serían capaces de tragarse un elefante. El martes le prepararon a Rajoy un encierro con sí mismo con el que enladrilló la tarde, así que ayer sin corsé se fajó con los contrincantes con esa pegada parlamentaria de las veladas más clásicas. Al final cuando conoces cómo terminan las películas pierden emoción y esta venía con derrota cantada a los puntos pese a los 170. Por eso después de todo lo vivido y lo esperado la única narrativa posible es la de la liquidación en un duelo al «aire acondicionado». Sólo puede quedar uno de los dos que han perdido la investidura. Con el empate a investiduras fallidas hemos perdido todos los españoles el tiempo y la paciencia. Ya hemos comprobado que se han dado y devuelto los garrotazos en los mismos términos. Ya sabemos que los del bipartidismo están creados, con estos líderes, para repartirse de nuevo los papeles de Gobierno y oposición pero esta vez algo ha fallado porque no se desbloquea el paso para conseguirlo. Así que después de esta semana cuando todos los partidos implicados en esto de la gobernabilidad reúnan a sus direcciones tendrán que ir tomando nuevas decisiones. El posibilísimo de Ciudadanos, tan meritorio como estéril, va camino de convertirles en gafe, dos pactos que han llevado a dos fracasos de investidura. En casa PSOE hay una inquietud que algunos verbalizan en los pasillos «¿dónde está Susana?». Ella está hablando y mientras tanto padrinos y no tan padrinos de Sánchez están enredando. Luego están los que quieren ya Comité Federal para diseñar nueva estrategia. En definitiva que en el PSOE están los que van a defender a Pedro a las dos orillas del Río Grande, los que tratan de cargárselo pero no pueden completar la frase «a Rey muerto Rey puesto» porque nadie quiere ponerse y luego los que todavía tienen ganas de ir al ataque y volver a pedir la cabeza de Rajoy. De lo que cuenten en el Comité nos enteraremos porque siempre hay quien lo graba. ¿Y el PP? Pues en el PP esperan. Hay quien espera que fuerzas ajenas al barro de la política consigan la liquidación de Sánchez. Y luego el peligro con los cantos de sirena demoscópicos que anuncian el triunfo. Las naves de la sociología hace tiempo que yacen en el fondo del mar albergando y engordando con coral «ex-rojo» bien pagado.
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