Cataluña

El mantra

La Razón
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El proceso separatista ha conseguido dividir a los catalanes de forma irreversible, especialmente entre los que tienen el catalán como lengua vehicular, y para ello ha sido básico inventar dos soflamas convertidas en letanías: «Espanya ens roba» o «Dret a decidir». Verdades incuestionables en el oasis corrupto. La tautología en retórica es la afirmación obvia, vacía y redundante de un pensamiento expresado de distintas maneras y que se convierte en una perogrullada mientras se repite como un mantra religioso lo que en realidad no son más que una retahíla de consignas dictadas por un núcleo de dirigentes políticos crecidos al amparo de Jordi Pujol. Hasta hace unos años el nacionalismo transmitía perogrulladas beligerantes entre soflamas patrióticas, que servían de acicate a una tropa controlada por una parte de la burguesía catalana, que no deseaba romper con España, pero la quería de rodillas. El 11 de septiembre de 2012 se produjo un punto de inflexión en las pretensiones separatistas de los dirigentes convergentes, después de la primera manifestación masiva convocada por las llamadas asociaciones civiles independentistas, Artur Mas convocó elecciones con la esperanza de consolidar su apoyo electoral, ante el fundado temor de perder el poder por la crisis económica y la corrupción que se extendía por España y asomaba en el paraíso convergente. Se aceleró la propaganda separatista en los medios de comunicación con el inicio del mantra «Espanya ens roba».

En Catalunya existe una pléyade de intelectuales orgánicos del nacionalismo que viven a expensas del llamado «Proceso independentista», y trabajan como propagandistas del régimen, mediante la publicación de artículos, libros, conferencias, asistencia a debates televisivos o radiofónicos, para facilitar argumentos históricos, jurídicos, políticos y morales y dar cobertura al proyecto de ruptura, desarrollando su intensa actividad al servicio de unos protectores que les premian con prebendas y favores. La situación que se vive en Cataluña responde a una concienzuda labor de propaganda del credo nacionalista, tras un formidable ejercicio de hegemonía mediática conseguida con la aquiescencia de los gobiernos españoles y la omisión irresponsable de la mayoría política. El mantra del llamado «derecho a decidir» ha sido usado por los comunicadores del régimen, como la quintaesencia de la democracia, obteniendo un alto grado de complicidad entre los catalanes, al afirmar que ejercer un voto decisorio es el único camino para engendrar la legitimidad, pero negando al mismo tiempo el derecho de todos los españoles. Goebbels fue el estratega mediático de los nazis, y popularizó el llamado «Principio de orquestación», es decir la propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto, como un mantra: «Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad».

Frente al mantra separatista apenas unas voces se alzan.