Alfonso Ussía

El otro Toro de la Vega

La Razón
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Por el interés, la buena educación, el tono cívico, el nivel cultural y su respetuoso estilo exponiendo su desacuerdo con mi artículo «El Toro de la Vega», transcribo la elegante respuesta de don Eugenio José Calvo Garañeda, custodio y representante del espíritu cordial que impera en los defensores del tradicional torneo. Respeto lo fundamental –por su excesiva extensión– y el dibujo textual de su cordial y civilizado rechazo recibido en la Dirección de LA RAZÓN.

«SOBRE USSÍA Y ASOCIADOS. Pues lo que es usted, señor D. Alfonso Ussía, es un perfecto inculto y desconocedor del Torneo del Toro de la Vega, lo que, con las ínfulas que le preceden, debería hacerle replantearse sus ridículos argumentos que a continuación desmonto uno a uno, dejando sus vergüenzas, que no toreras, al aire. ..Por viejo que lo es, y por decrépito, que lo demuestra en su artículo.

Pretende desde la primera línea ampararse en una superioridad moral sobrevenida por su gusto por las corridas de toros y la caza, sintiendo nuestro Torneo como repulsivo. Cree usted, viejo decrépito, que poniendo en solfa a Tordesillas y a su Torneo, se dejará en paz a la fiesta de los toros. Y con este fin propaga insidias, mentiras, y vilezas, creando comparaciones falaces en lo relativo al valor, peligro, arte, justicia e igualdad de oportunidades entre el Torneo del Toro de la Vega y las corridas de toros, para calificarlo finalmente de ‘‘linchamiento multitudinario’’. Y escupir por sus ajados y mortecinos labios que el ‘‘riesgo es mínimo’’ y ‘‘que el final se sabe de antemano’’, dado que ‘‘el toro está indefenso ante miles de corredores y jinetes con lanza en ristre’’. Este año debería presentar junto a Jorge Javier Vázquez el infame programa de Telecinco ‘‘Mujeres, Hombres y viceversa’’. Se lo ha ganado a pulso. No desentonaría un ápice.

Deberían resultarle clarificadoras las siguientes líneas, que defienden lo que cualquiera que ha nacido en Tordesillas, o al menos se ha presentado en el Torneo antes de hablar, sabe de carrerilla. Pero ya lo dice el refrán: ‘‘Da rosas al burro, y cobrarás un rebuzno’’. No tengo ninguna esperanza. En persona le abofetearía... Prefiero por escrito.

Esgrime la falta de honorabilidad y oportunidades para el toro, en comparación con las corridas. Así, como conoce el torneo solamente desde el rincón del sofá de su casa frente al televisor, piensa pre-dispuesto por lo tele-visto y tele-oído en repetición continua que somos un pueblo de bárbaros que acosamos en comunión, y una vez al año, a un toro a lanzazos; que corremos tras él enbadurnados de pinturas de guerra hasta desmembrarle, bañarnos en su sangre y beber la misma para ganar en virilidad. Así de imbécil es usted.

Pues bien, este torneo existe, al menos, desde la Edad Media, y su primera documentación histórica data de 1534, hace casi 500 años. El Torneo está perfecta y estrictamente reglado. Y su función no es de divertimento alguno, sino una manera de perpetuar la HISTORIA con mayúsculas, transmitida de padres a hijos durante cientos de años, en la que se exalta el VALOR y el HONOR que existe en un lancero que se enfrenta a un toro enorme, en una contienda de igual a igual, con el máximo riesgo, sin engaños ni recompensa pecuniaria. Eso no podría decirlo de los toreros, ¿verdad?

En el coso taurino se enfrenta un torero con un astado en un ruedo de hasta 60 metros de diámetro, es decir en una zona útil de unos 3000 metros cuadrados de ARENA COMPACTADA, sin irregularidades y para facilitar el lucimiento. Con burladeros que sirven de refugio. Con capa y muleta que sirven de ENGAÑO. Con subalternos que en caso de necesidad, sirven de AYUDA al maestro. Con tercio de picadores y banderillas que utilizan para la MERMA del toro. En el Torneo de la Vega, en 2014, hubo 30 lanceros a pie y 15 a caballo. El Palenque es un CAMPO ABIERTO, SIN REFUGIOS. De una superficie de no menos de SIETE MILLONES de METROS CUADRADOS. (aquí se centra en unos cálculos). No sé ya ni cómo escribírselo.En persona le habría guanteado para retarle a duelo, se lo repito. En el Palenque los lanceros se enfrentan al toro envueltos en ARENA DE PINAR. Los pies se hunden hasta los tobillos frente a un morlaco de 700 kilos de peso. Sin Sueldos, sin cachés, sin dinero. Única exclusivamente el HONOR, VALOR y ESPÍRITU DE SUPERACIÓN.

Claro, tan denostados hoy en día por los Podemos y asimilados.; y ahora por usted, señorito Ussía. Quién le ha visto. (Ahora, con emoción) Es éste un Torneo sólo para HÉROES, para VALIENTES, para locos dirían otros...para TORDESILLANOS, simplemente. (Más cálculos). ‘‘Ahora vas y lo cascas’’ que diría el otro.Rectificas o te retractas, diría yo. Si tienes lo que hay que tener, que lo dudo. Si no, siempre me quedará el reiterado recurso del guanteo para retarte a duelo cuando te vea. ¡VIVA TORDESILLAS Y EL TORO DE LA VEGA! Eugenio José CALVO GARAÑEDA».

Después de leer la amable carta de este pacífico y educado joven, llego a una conclusión preocupante. En Tordesillas no hay un Toro de la Vega. Hay dos.