Relación España/Venezuela

El príncipe de las mareas

He perdido la cuenta de las manifestaciones que se han organizado en España desde que el PP volvió al poder en la Navidad del 2011, pero creo recordar los colores con los que se han identificado lo que se han dado en llamar mareas. La marea blanca de la Sanidad, con especial fuerza y la consiguiente resaca, se la dedicaron los trabajadores del sector y algún que otro espontáneo que de médico, enfermero o celador de ambos sexos, tenían lo que Nicolás Maduro y el depuesto presidente ucraniano de demócratas. En Madrid, de momento, han conseguido que la Justicia, tan sensible a veces al sonido de la calle, y tan sorda en tantas otras, llevase al Gobierno de Ignacio González a retirar su plan de externalizar, que no privatizar, los servicios de al menos media docena de hospitales que iban a seguir siendo públicos. En Madrid el PP lleva casi dos décadas gobernando y el príncipe local de las mareas, el socialista Tomás Gómez más conocido por Invictus según rezaban los carteles que se colocaron en su imperial sede de la plaza del Callao en plena Gran Vía de la capital, se ha colocado en su bata blanca de atrezzo una medalla que, si llega a gobernar en mayo del año próximo, tendrá que empeñar para hacer frente al gasto sanitario. El color verde se dejó para la marea contra la privatización de la educación y los recortes. De lo segundo ha habido, y bastante, gracias a las telarañas que cubrían el «cajón del pan» del Estado que nos dejó de recuerdo Zapatero. Lo primero era, y sigue siéndolo, una falacia. Como los manifestantes de rojo que piden que se respeten los servicios públicos como si Rajoy hubiera privatizado los ministerios convirtiéndolos en spas urbanos. Y desde el sábado disfrutamos de la marea azul para evitar prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo, entre la comunidad valenciana y la balear. En esta última participa como surfista el president de ses Illes, que es del mismo partido que Rajoy. Y todos ellos movidos por ese Neptuno que es Cayo Lara, y el príncipe federal de las mareas Rubalcaba.