Irene Villa

En tu nombre, Gaspy

La Razón
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Qué difícil es asumir que la vida se acaba. Y más aún en medio de tanta vida. Gaspar Rosety vivía un gran momento, como todos, porque siempre supo sacar lo mejor de cada etapa como gran facilitador de vida, sueños y esperanza que era. Tenía tanto por hacer, tanto amor a su alrededor y tanta energía e ilusión, que es injusto, inesperado y desolador que haya tenido que irse.

España entera llora su marcha con preciosos recuerdos: mítico, irrepetible, maestro, referente, la voz del fútbol, de una fuerza contagiosa, un genio en el difícil arte de la narración... todos son alabanzas y dolor por su marcha.

Eras una fuente inagotable de maravillosas ideas para ayudar a quien lo precisase a mejorar su vida. Acercabas los sueños a sus soñadores. Veías incluso más allá... pensando siempre en grande, como tú eres (¡si hasta me veías como una futura burbujita Freixenet!). Pensar que ya no estás aquí nos rompe el alma, tantos recuerdos llenos de sonrisas... Para mi marido, con quien congeniaste a la primera («es listo pero, lo mejor, buena gente, haremos grandes cosas juntos», decías), eras un consejero de lujo y dabas los mejores abrazos del mundo. Ambos agradecemos tu ayuda a los proyectos de nuestra fundación. De hecho, liabas a todos a colaborar, justo esa fatídica tarde propusiste a tu gran amigo Danny Daniel participar en ese concierto benéfico que teníamos en mente. Siempre involucrando a quien hiciera falta para sembrar sonrisas. La tuya seguirá en nuestros corazones tan presente que seguirás siendo capaz de alegrarnos y alentarnos en los peores momentos. Como ángel que eres te reclamaban desde el cielo, y no era la primera vez... Sé que desde allí arriba seguirás tramando y ejecutando nuevos planes para ayudar, pero lo más importante es que cuides a las mujeres de tu vida. A ellas les haces tanta falta...

¡Gracias Gaspy por tanto! Descuida que vamos a seguir tu gran legado y, en tu nombre, continuaremos lo que dejaste a medias, eso sí, con tu ayuda desde donde estés. Como siempre.