Irene Villa

Ganar, ganar y ganar

La Razón
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Nunca hablo de fútbol, entre otras cosas porque no sé demasiado del deporte rey, pero es toda una alegría seguir comprobando la superioridad del fútbol español, y eso nos llena de orgullo a todos. También porque vemos que la lucha, la entrega y la pasión, vencen por encima de lo que muchas veces damos por sentado. Especialmente me admiran los logros del que ya muchos denominan el equipo estrella, luchador y vencedor. El Atlético de Madrid ha sido capaz de resurgir, de no dejarse amedrentar, de luchar y de llegar a las dos máximas competiciones que cualquier equipo pueda disputar: la Liga y la Champions. Con un equipo trabajador, modesto, humilde, y un entrenador capaz de hacer incluso crecer la fortaleza mental sobre la física, y de contagiarles un espíritu que se crece ante la adversidad, están consiguiendo lo que parecía imposible y es que ese es el verdadero secreto del éxito: saber que se puede.

Además la española Carolina Marín, que asegura que «las mujeres hemos dado el paso de ir a por nuestros objetivos», doble campeona del mundo y con seis Campeonatos de España, revalida su título de campeona de Europa. La número dos del ranking mundial de bádminton consigue seguir ganando. Como lo hacen también nuestros nadadores paralímpicos que han tenido una brillante jornada en el Europeo de Natación de Funchal con un total de siete medallas, entre ellos la campeonísima Teresa Perales a quien deseamos superar el récord de Michael Phelps (ya lo igualó) en las Paralimpiadas de Brasil.

Y en el premiado evento de tenis Mutua Madrid Open, Nadal nos dio muy buenos momentos demostrando que nunca hay que tirar la toalla. Carla Suárez consiguió vencer el martes pasado a la alemana Sabine Lisicki. Por cierto que como dice su gran psicóloga deportiva, Patricia Ramírez, frente a la tensión muscular, el bloqueo, la falta de concentración... que puede causar la ansiedad o la presión psicológica ante un gran encuentro, es buena la meditación, la relajación y dejar de autocriticarse. Está claro que la mente ¡puede con todo!