Grandes de España, Simeone y Nadal

L11 Instinto

Marc Márquez, ese chaval con sonrisa de pillastre que maneja las motos como Messi el balón, es ya «genio y simpatía» en España y en Estados Unidos.

–Casi más en Estados Unidos.

Ser alguien en Estados Unidos es algo así como ser astro en el Hollywood del mundo. Marc, en el circuito de Austin –trazado bello y «divertido»-, ha vuelto a demostrar que es intocablemente invencible: cuarta victoria consecutiva en MotoGP. ¿Por qué se le da tan cojonudamente ese circuito, y no sólo ese, al chaval de Cervera (Lérida)? Rossi, alias «El Doctor», que ahora le ha cogido tirria (¿?), dijo de él, cuando él era sólo aspirante a perecérsele, que su talento era el instinto y que llegaría alto y lejos.

Ya está, como él, en lo alto y, como él, tejiendo leyenda.

M12 De Felipe

Ahora que los políticos hablan tanto de cambio, De Felipe vivió gozosamente el fútbol de los años sesenta, el decenio del cambio social y otros cambios (a mejor cada año) de la España casi aislada a la España del turismo (nuestro otro petróleo): la España del Madrid yeyé, la de Miguel Muñoz como entrenador madridista (catorce años en el cargo: el Ferguson del fútbol español, con permiso del británico). De Felipe, como futbolista, era férreo, veloz y simpático:

–A veces, sin querer, atizo, pero es que el presidente (don Santiago) me dice que el defensa tiene que ser temido.

Ha muerto a los 71 años: a esta edad hoy no se es todavía anciano total. Pero él, que fue un magnífico yeyé y ganó una Copa de Europa con los no menos yeyés Amancio, Zoco, Pirri, Velázquez, Serena, Sanchís... será recordado siempre por su carácter afable y por lo poco eminentemente afable que era con los delanteros.

Siento sinceramente su muerte, a pesar de que la muerte, según el poeta Keats, es el más alto premio de la vida.

–¿Y si tenía razón Keats?

X13 Brych

ZZ, o sea Zinedine Zidane, es la antieuforia de la desbocada euforia madridista por la remontada. «A los humanos les enardece la heroicidad». El Real Madrid es siempre el Real Madrid de las hombradas y gestas. ZZ, antes del partido de la hombrada, pidió apostólica «paciencia». La paciencia, aunque impaciente, es una gran virtud, como se sabe. ZZ, después de la gesta, ha dicho: «Estoy muy orgulloso de los que jugaron y ¡de los que no jugaron! (precioso e inteligente psicológicamente)». Agrega: «La victoria no se me ha subido a la cabeza, ni se me subirá». Luego contra el «vicio» de la alocada euforia , la virtud del reflexivo sentido común. ZZ sabe que, en efecto, ha habido hombrada y no ignora, a la vez, que el Wolfsburgo no es precisamente «un ocho mil metros», que diría un alpinista.

–El Real Madrid, pese a la gesta, sigue siendo un conglomerado de individualidades no cohesionado por un sistema de juego. Su gesta es la gesta de sus individualidades CR7, hoy –me observa Hernán San Pedro casi siempre, como ZZ, voz de sentido común.

J14 Fruición

Lo de Luis Aragonés era ganar, ganar, ganar y volver a ganar. Esto era el fútbol para él. Lo de Simeone es competir, insistir y creer y volver a creer: esto es el fútbol para él. Simeone está ya, por y para siempre, en la historia de oro del Atlético. El Real Madrid de Di Stéfano, el Barça de Cruyff y el Atlético de Simeone. Con él, el Atlético es la fruición de la pugnacidad, la fruición de la fe, la fruición de ver y gozar.

V15 Creer

Creo en Dios Padre (por si acaso), creo en Simeone (transmite fe como nadie) y creo en Rafa Nadal (soy forofo suyo) . Nadal es «un fue» que todavía es. Como el Atlético, sufre y hace sufrir (por lo menos a mí). Casi la «pringa» en el sexto juego del segundo set contra el suizo Wawrinka, pero como es como es, superó el fallo y ganó. Bien Nadal. Ojalá gane su «noveno» Montecarlo.

Como el español es genésico, sensual y ocurrente y la frase es divertida, la publico: «La urna es el coño de la democracia y el pito, la papeleta. Viendo lo que estoy viendo, no puedo evitar que se me arrugue el pito». ¿Su autor? Futbolista cinco estrellas. La lectura es su otro «vicio». Apócrifo. «Como publiques la frase y digas que es mía, te pego un balonazo en ese sitio, en el de la papeleta».