Toni Bolaño
Iglesias, ante el todo o nada
Pablo Echenique dará a conocer los resultados de la consulta a los militantes de Podemos. De entrada, la música es buena. La participación es la mayor registrada hasta hoy, aunque deja en evidencia a todas luces, que la lista de inscritos está hinchada sobremanera y que son menos militantes de los que alardean. La letra puede ser mejor. No se esperan sorpresas e Iglesias verá respaldada su opción. Tendrá las manos libres para afrontar una semana clave. Podemos se esforzará en no aparecer como el culpable ni de una convocatoria de elecciones, ni de dejar a Rajoy en funciones. O sea, de todo lo que le acusa el PSOE. No puede cometer un solo error. Los socialistas esperan un nuevo órdago de los morados. Tampoco pueden errar en la respuesta. No creen posible un acuerdo, tampoco quieren romper con Ciudadanos, y trabajan en una estrategia pensando en el 26 de junio. Preparan un choque de trenes con Podemos. Las expectativas no son excesivamente halagüeñas, para los socialistas. Las encuestas no son demasiado optimistas para Iglesias, pero el líder de Podemos ha jugado sus cartas y tiene otras por jugar. Los socialistas lo saben y lo temen. Iglesias, hasta ahora, no ha acertado en la estrategia de negociación. Su prepotencia no ha sido bien recibida por los electores. Sin embargo, el respaldo de la militancia le pone por encima de este problema. Los militantes con su voto respaldarán su no a Ciudadanos y le darán plenos poderes para afrontar las elecciones.
Este nuevo escenario será el marco que Podemos va a utilizar a fondo. Nueva propuesta para poner en dificultades al PSOE. No pretende el acuerdo, persigue estar en la «pole position» para ser la fuerza hegemónica de la izquierda. Aquí, Iglesias jugará su más preciada carta: Izquierda Unida. Juan Carlos Monedero lanzó este fin de semana un globo sonda: Podemos-En Común sería el colchón donde los podemitas quieren acunar a una Izquierda Unida que recupera expectativas electorales. La suma de Podemos e IU deja hechos trizas los sondeos demoscópicos. La alianza puede significar lo más ansiado: el «sorpasso» al PSOE. Y esta posibilidad tendrá un efecto bálsamo en las pugnas internas que, sin duda, pasarán a mejor vida. Empieza la semana clave, la semana del todo o nada.
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