Pilar Ferrer
La nueva emperatriz
Tras una estrategia minuciosamente diseñada, maestra en el arte de lograr el poder, Susana Díaz lidera ya por completo el socialismo andaluz y condiciona a la dirección federal. Nunca una mujer gozó de tanta influencia en las filas socialistas, desde que en su sevillano barrio de Los Remedios decidió entregar su vida a la política. La joven rubia es la más perfecta encarnación del «apparatchik», es decir; el tradicional término soviético para definir a un personaje por y para el aparato del partido. Una mujer sin más experiencia profesional que la militancia, pero con una habilidad sorprendente para medrar, eliminar adversarios, atraer adeptos y recuperar el discurso nacional de un PSOE huérfano y sin rumbo. Rubalcaba y los suyos en Ferraz bien lo saben.
Díaz ha marcado desde el principio su modelo de gobierno. No quiere que nadie le haga sombra y en el cónclave de Granada ha fulminado la tradicional figura del número dos, que funcionó desde Felipe y Alfonso, pasando por Manuel Chaves, hasta José Antonio Griñán. Ella no quiere Guerras, ni Zarrías, ni Jiménez. Por ello, a este último le suprime como vicesecretario general y le manda de portavoz al Parlamento andaluz. Además, con un estilo en plan declamación, no le ruboriza pedir perdón por los errores del pasado y pasa de puntillas ante los escándalos del ERE. La presidenta de la Junta deja claro su poder. «Es la líder que necesitamos», dicen sus partidarios. «Le sobra ambición para machacar a quien moleste», añaden sus detractores. Pero nadie duda de que, hoy por hoy, es la mujer que domina la federación más poderosa y marca la ruta de PSOE.
Conocedora de las entrañas de la organización andaluza, ha tenido la sutileza de integrar el ala crítica, que domina en Jaén ese personaje tenebroso, Gaspar Zarrías. Su paisana, Micaela Navarro, ex consejera de la Junta, será la presidenta del partido en Andalucía. Un cargo simbólico, pero una buena jugada de esta «sultana» imparable. Tiene nombre de origen egipcio, pues Susana aparece por vez primera en un sarcófago de la onceava dinastía. En el actual reino socialista, con un faraón debilitado llamado Alfredo que no consigue despegar, es sin duda alguna la nueva emperatriz. Que se preparen.
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