Navarra

Las líneas rojas

El buenismo y la permisividad que le acompañan han traído como consecuencia que los antisistema disfruten de una impunidad prácticamente completa. En los últimos días hemos asistido a espectáculos bochornosos que en cualquier otro país de los llamados de nuestro entorno no serían tolerables. Los insultos y las amenazas que sufrió en una comisión del Parlamento de Cataluña el ex vicepresidente Rodrigo Rato, por parte de un desarrapado, de un diputado a la izquierda de la izquierda de los pupilos de Oriol Junqueras, deberían poner en alerta a quienes se empeñan en quitar hierro a las agresiones verbales que, en no pocas ocasiones, incitan al enfrentamiento social. En Cataluña, donde ya se han traspasado algunas líneas rojas con la complicidad del partido y el Gobierno del señor Mas, existe el peligro cierto de una fractura ciudadana que el día menos pensado puede provocar un disgusto serio. La provocación constante es lo más parecido a jugar con fuego y, cuando alguien quemado decida tomarse la justicia por su mano, las consecuencias pueden ser imprevisibles. Nuestra historia no carece de ejemplos de enfrentamientos civiles, y perdido en buena medida el sentido de la proporción, de la mesura, del diálogo y el respeto al adversario político, quedamos expuestos a que una simple chispa provoque un gran incendio. Algunas acciones que pasan por anecdóticas se pueden convertir en la gota que colme el vaso de la paciencia de quienes están hartos de chulerías y amenazas como la del diputado zarrapastroso que usó una chancleta para intimidar a Rato, o la parodia sin gracia alguna que ha protagonizado el diputado Tardá junto a un parlamentario de Amaiur. Estos dos individuos aparecen en un vídeo lanzándose tartas a la cara, como hicieron unos energúmenos contra la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, y que van a ser juzgados esta semana. Si Tardà, después de cubrirse de nata, se decidió por fin a darse una ducha, algo bueno habrá salido de la payasada. Quienes le soportan en el Hemiciclo del Congreso habrán podido respirar algo mejor aunque sólo fuera por una vez.