F.C. Barcelona
Luis Enrique y su circunstancia
L13 Villar
El hombre, racional o no, es él y sus instintos.
–¿Por qué racional o no?
–Las sombras negras del instinto, frecuentemente, son la avaricia, la ambición, la ingratitud, que no siempre son instintos racionales, sino instintos ofuscados.
Ya hay fecha para las elecciones a la presidencia de la Federación Española de Fútbol, el 22 de Mayo. Ángel María Villar, 28 años en el cargo, repetirá suerte: «El fútbol es mi vida, antes como jugador y ahora donde estoy», piensa. El fútbol, en efecto, se le da bien a Villar tanto en el perímetro de España como en los derredores de la UEFA y la FIFA. Lo suyo es eso que tanto se lleva ahora, globalización. Ser a la vez alguien en España y en el mundo que maneja el mundo del fútbol, lo cual, ciertamente, no es fácil.
–Está pasado –critican algunos. Churchill ha dejado escrito que un hombre «pasado» por la experiencia es más fiable que un hombre joven con más ambición que experiencia.
–Bello, oiga.
En política, ahora mismo, Rajoy es el instinto de la estabilidad (Rajoy es hombre de experiencia), mientras que el joven Pablo Iglesias, ambicioso de prisas, es el instinto de «la revolución en la calle». Y la calle, como cancha de juego, parece hábito obsoleto en el siglo XXI.
¿Rajoy pasado? ¿Villar pasado?... En la duda, hay que preferir siempre la experiencia.
X15 Eclipse total
Eclipse total del Barça en la Ciudad de la Luz. Unai Emery, 10: Luis Enrique, 0 patatero. Ácida la crítica en los medios. Severamente críticos también los jugadores blaugranas con el calamitoso 4-0 encajado. Iniesta: «Todo ha sido negativo». Busquets: «Ellos tenían un plan y han sabido desarrollarlo». Y eso que había avisado la víspera:
–Llevo varios días estudiando al Barça, viendo vídeos.
¿Por qué no preparó también concienzudamente el partido Luis Enrique?. «Culpa mía», reconoce tras el principesco palizón. Menos mal. Ecuación del majestuoso éxito del Paris SG: velocidad, fe, posesión, sentido de anticipación y alas. «Un equipo de fútbol sin bandas es como un avión sin alas» (Helenio Herrera en su época). Contra la opinión de los entrenadores progresistas de ahora, uno sigue creyendo en el poder descongestionador de las alas (Gento, Collar, Gainza...).
¿Remontará el 4-0 el Barcelona en el partido de vuelta? Luis Enrique tiene la esperanza de la «machada». ¿Machada con el casi letal 4-0? Si fuera Nadal...
V17 Creer
El deporte es «otra religión». El deporte, como la vida, es sobreponerse y creer. Lo de Neymar. El PSG no ha abrumado su ánimo. Dice optimistamente Neymar: «Mientras haya un uno por ciento de posibilidades tendremos un 98 por ciento de fe». Precioso. Corrobora Andrés Iniesta, tras leer la frase del extremo brasileño: «Hay que creer siempre». Todos, pues, en el Barça, en Barcelona, pendientes del 8 de marzo, fecha del partido de vuelta en el Camp Nou.
–¿De verdad está ya condenado? ¿De verdad está ya Luis Enrique en el «pasillo del cese»?– pregunto a mi «fuente» blaugrana. «No hagas caso de lo que ha empezado a decirse», me comenta.
El fútbol, para algunos, es, a la menor inquietud, el morboso balonazo de la especulación. Luis Enrique, que diría el maestro Ortega, es él y la circunstancia del apagón azulgrana en el Parque de los Príncipes, pero si consigue la «machada» en el partido de vuelta, se salvará.
A esperar el 8-M.
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