Reyes Monforte

Madre Tierra

La Razón
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El tiempo está como la realidad: buscando los extremos y alcanzándolos. No sé si estas olas de calor serán consecuencia del calentamiento global causado por el hombre o por el cambio climático , como vienen explicando algunos científicos, o por los ciclos vitales que cantaba el Rey León, pero el calor protagoniza las conversaciones, y no solo en el ascensor. Se oye de todo: la emisión de gases, la deforestación masiva, la fusión de los polos, la producción de energía... hasta el consumo de carne y las flatulencias vacunas. Es un mundo por explorar. Lo único seguro es que la llamada madre tierra está calentita.

Un amigo, muy confiado él, me asegura que es una campaña orquestada por las eléctricas para sacarnos más dinero a los sufridos consumidores que no nos queda otra que duplicar o triplicar el gasto eléctrico. No les niego que el argumento puede estar provocado por el intenso calor que impide pensar con claridad. Y tengo amigos peores que afirman que desde que Rita Barberá dijo aquello del caloret, los termómetros se han venido arriba y no nos han dado una tregua. Luego están los abuelos de mis amigos que niegan con la cabeza y dicen que esto ha existido siempre y que somos los periodistas los que exageramos todo y caldeamos el ambiente. Puede que sea una mezcla de todo.

Mejor tomárselo con calma. No sé si refresca pero al menos sí consuela saber que en algunos lugares están peor. Por ejemplo en Grecia, porque quien no ha estado en pleno agosto a escasos metros del Partenón de Atenas, no sabe lo que es calor. Y más con la que está cayendo.