José Antonio Álvarez Gundín
Penalti de Guruceta
Sorprende que el congreso «España contra Cataluña» no aborde en profundidad «El penalti de Guruceta», sin duda el episodio que mejor ilustra el saqueo del pueblo catalán a manos de los españoles. Es una laguna imperdonable, como si el programa lo hubiera diseñado el ministro Wert, sobre todo porque el director del simposio es nada menos que el autor de la «Historia del F.C. Barcelona» en seis tomos, seis. La derrota emblemática que funda la nación no fue la de 1774, que a fin de cuentas fue un partido entre borbones y habsburgos, sino la del 6 de junio de 1970, cuando el equipo culé cayó en casa ante el Real Madrid víctima de una conspiración arbitral. Ahí cobró naturaleza histórica el «Espanya ens roba» y, de hecho, Artur Mas descubrió aquella tarde en el Camp Nou la misión libertadora a la que estaba llamado. Tampoco se entiende que entre los ponentes del congreso no figure Luis Figo, el segundo portugués más odiado por la peña después de Mourinho, cuya aportación a la teoría de la Cabeza del Cochinillo es el gran hallazgo de la historiografía moderna. Más a más, no es de recibo que los historiadores de cámara renuncien a demostrar cómo el Barça fue obligado, con toda suerte de coacciones y amenazas, a ganar la Copa del Generalísimo hasta en nueve ocasiones, tres más que el Madrid, cuando es notorio que en Cataluña no hubo nunca un solo franquista, si exceptuamos a Samaranch, el de Barcelona'92 (otro robo de España, por cierto). Finalmente, un agravio especialmente cruel que el congreso de historietas tampoco quiere investigar es la oscura traición que llevó a dos catalanes, los hermanos Padrós, a fundar el Real Madrid. Sólo me queda una duda: si Guruceta era vasco; Figo, portugués; Di Stéfano, argentino; y los Padrós, de la mismísima Barcelona, ¿de qué España hablan?
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