Alfonso Merlos
¡Que me registren!
¡Soberbia la doble vara de medir de los socialistas! ¡De Guiness! Por no decir de traca. Porque a los españoles no se les puede tomar por lo que no son. Resulta que estalla un presunto caso de corrupción en las faldas del PP y automáticamente se señala como culpable al presidente y a la secretaria general. Sin medida. Sin información. Sin cautelas ni matices. Se inicia la caza y se va a por la pieza. ¡A la yugular! Gürtel... ¡o lo que se tercie!
Pero... ¡amigo mío! Cuando les toca a los socialistas la china del mangoneo, de la malversación, del tráfico de influencias, de las irregularidades varias en las administraciones, resulta que ellos no saben nada. ¡A ellos que les registren! ¡Ellos no tienen ni idea! ¿De qué va el paño? ¡Nunca!
El dossier de Cuadrifolio tiene miga. Pero ya intuimos (¡qué previsibles!) cuál es la teoría de los socialistas, porque es muy vieja: esto es una persecución, un linchamiento, una campaña de acoso y derribo sin fundamento orquestada y controlada de forma indecentemente interesada para minar la moral y cortar la voluntad de votantes más proclives a darle su papeleta a Valenciano y Rubalcaba. ¡Viva la originalidad!
No, amigos del PSOE. No. Conocemos esta estrategia que pasa por despejar balones al córner o guardar silencio o negar la mayor y la menor porque la hemos visto cuando se investigaba la «trama Pretoria», o la «Astapa», o la de los EREs falsos. ¡¿Qué hay que contarles a los ciudadanos con criterio que no sepan?! Pero, más importante: ¿es así como se pretende regenerar la vida pública? ¿Son éstos los ejemplares modos de aplicar transparencia a la gestión en las instituciones? ¿Es ésta la forma que tiene la izquierda moderada de promover la defensa de la clase política y de combatir el auge de formaciones antisistema o ultras?
Salgan de la trinchera. Desarmados. Den la cara. Si es menester, un paso al frente. Y cuenten, alto y claro, si alguien ha trapicheado con la adjudicación torcida de contratos troceados. Cuánto se ha estafado. Con qué fines. A partir de qué causas. ¿Se atreven? ¡Adelante!
✕
Accede a tu cuenta para comentar