Pilar Ferrer

Sin fórmulas de alquimista

Nunca dilapidar fuerzas ante batallas perdidas. Esta frase la escuchó muchas veces en el Colegio del Pilar. Desde aquel aguijón dialéctico de Alfonso Guerra, «Rubalcaba, te das la vuelta y te la clava», el químico socialista ha pasado por muchos puestos. Ahora, parece llegado el tiempo de dar un paso atrás, prácticamente aislado en Ferraz y con el poder delegado en Elena Valenciano. Hijo de un aviador piloto de Iberia, profundamente de derechas, y nieto de un abuelo republicano que le inculcó la pasión por la Química, ha sido siempre el prototipo de un político imbatible. Pieza clave de los gobiernos de Felipe, a quien hoy no se le pone al teléfono. Como si las aguas del Balneario cántabro de Solares, donde nació, le conservaran a prueba de todo; no suma votos, los resta. Su núcleo duro insiste en que, pese a unos malos resultados en futuras elecciones, le quedaría la baza del pacto. Pero en las federaciones del partido ya no cuela. El reciente desayuno de Patxi López en Madrid, en el que dejó abierta su concurrencia a unas primarias, ha levantado la veda. Se lo dijo su íntimo amigo, Javier Solana, con quien almorzó en un local próximo al Congreso. Evocando aquel grupo deportivo de «Los Camorritos», mientras practicaban senderismo por la sierra madrileña.

Campeón de atletismo en su etapa universitaria, hasta que una dolencia de espalda le derivó hacia el pádel, en su entorno más cercano y familiar le aconsejan que lo deje. Él, listo y avispado, no se aburrirá, siempre le quedará el Real Madrid y las melodías de Los Secretos, Revólver y Rosana. Apoyaría a Patxi López como candidato a la presidencia del Gobierno, mientras él mantuviera la secretaría general. Una fórmula a la vasca, como el binomio Arzallus-Ardanza. Bicefalia no bien vista por la mayoría de los líderes territoriales. Y ahí están Chacón, Madina, Emiliano, Griñán, y hasta el asturiano Javier Fernández, para no ponérselo fácil. El hombre que durante tanto tiempo ocupó el Gobierno, ni actúa con olfato de zorro ni encuentra fórmulas de alquimista.