Roma

Soraya y Parolin

La vicepresidenta Soraya no para. Este fin de semana hace las maletas para viajar a Roma, aunque mejor habría que decir hasta el Vaticano, donde tiene previsto mantener el lunes una entrevista con el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin. Previamente, el domingo por la noche, convidará a cenar en la Embajada de España ante el Vaticano, edificio precioso por dentro y por fuera, a los cardenales Antonio Cañizares, que dejará la Ciudad Eterna para venirse de arzobispo a Valencia, su tierra, y Santos Abril; también asistirán otros compatriotas que se mueven al más alto nivel por los pasillos de los edificios que bordean la plaza de San Pedro. La vicepresidenta quiere saber de primera mano lo que se cuece por allí y de dónde vienen los aires nuevos que soplan en el epicentro de la Iglesia católica desde la llegada del Papa Francisco. Uno de los asuntos que se abordarán en la entrevista será el posible viaje de este último a nuestro país el año que viene. Hay otros temas en la agenda del viaje, pero lo más importante del mismo es su trastienda y el momento en el que se produce, justo después de que Francisco haya hecho sus primeros nombramientos importantes en España, poniendo fin a la larga era Rouco. La verdad es que los dos miembros más importantes del Gobierno no sintonizaban mucho con este último y Soraya, que ha cogido el gusto a esto de desentrañar los «intríngulis» de la Iglesia, los obispos y cardenales, va a sondear la posibilidad de estrechar las relaciones, tanto con el Vaticano, como con la cúpula eclesial española. El viaje tiene más trastienda de lo que parece. ¡Amén!