Julián García Candau

Sublime decisión

Vicente del Bosque tiene ante sí la más difícil de sus decisiones. Continúa confiando en Casillas, mas es consciente de que el capitán ha estado varios meses en el dique seco. Primero, por la patada que le dio Arbeloa y que le lesionó una mano, y segundo porque padeció la venganza de «Don Niní». El portero es el auténtico especialista del equipo. Es el único que juega con las manos y quien tiene que calibrar el vuelo de la pelota y la colocación entre los palos. El guardameta es el jugador que más necesita participar en los partidos. Los entrenamientos sirven de preparación, pero las decisiones fundamentales hay que tomarlas en décimas de segundo y cuando el mínimo error cuesta la vida del artista. No hay ningún futbolista que corra mayores riesgos. El cancerbero no sufre un error sin que ello tenga trascendencia en el resultado.

Casillas reapareció ante un equipo sin grandes complicaciones como es Haití y tuvo poco que demostrar. Contra Irlanda, la papeleta fue distinta. Delante había expertos y reconocidos profesionales. Del Bosque lo alineó en la segunda parte para comprobar que aún es el reconocido capitán del Madrid y la Selección. Ante Irlanda, tenía que mostrar hasta dónde puede llegar ahora y lo hizo. Del Bosque ha dicho que con cualquiera de los tres porteros no corre riesgos. Es cierto, aunque en este momento tenga suficientes dudas. Valdés está pletórico. Casillas es la historia. Sublime decisión. Se expone a las críticas.

Posdata. Mourinho también hizo daño a terceros. Del Bosque está en la encrucijada.