Europeo sub'21

Tanques con talento

La Razón
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Esfumadas las consignas, las alemanas de ensuciar el partido y las españolas de hacerles tragar sus bravatas, el partido adquirió un inquietante color blanco. Los alemanes no daban patadas, pero avasallaban con un físico descomunal. Los españoles, superados en todos los terrenos, incapaces de soportar la presión rival y de conservar el balón, parecían niños contra hombres.

España pierde el control de la pelota y el dominio de la situación. Está asfixiada, agobiada, descolocada y perdida. Si sube, los efectivos resultan insuficientes, y si defiende, lo hace contra un batallón. Asensio, Saúl, Ceballos, Sandro y Deulofeu son referencias invisibles detrás de los marcadores germanos, conscientes de que su debilidad es la retaguardia, por eso presionan arriba y no dejan que se acerquen ni las moscas. Kepa es protagonista involuntario, intentan asediarle, se rebela. Él está listo. Hace su trabajo. Aguanta firme, hasta que recibe el primer gol cuando Weiser le supera por alto con un cabezazo limpio.

Ha terminado el primer tiempo. La Rojita, desaparecida, necesita soluciones... Y que a los alemanes se les acabe la gasolina. La respuesta inmediata fue el paso al frente, tres amarillas para los «panzers» y el primer zurdazo de Saúl. Dominio, hasta que los colosos de Kuntz vuelven a la carga. ¡Cuánto vigor! No han dejado de correr y son los de Celades los que acusan el desgaste. No pueden, carecen de chispa, de intensidad, no generaron ocasiones, son buenos, pero han encontrado una selección mejor, más fuerte, más espabilada, unos tanques con mucho talento. Ganó el mejor.