Tú sí, yo no

El PSOE, quiere reformar el reglamento del Congreso para poder reprobar a Rajoy. Mal empezamos. Lo suyo es que se quieran cambiar las cosas para reprobar a cualquier político que mienta en sede parlamentaria; sin embargo, el subconsciente, que es un Judas, ha dejado clarísima cuál es la intención del socialismo de Rubalcaba.

Cuando Zapatero mintió sobre las negociaciones con Eta tras el atentado de la T-5 de Barajas, cuando el Gobierno del que formaba parte su actual líder mantuvo que el déficit no superaba el 6% mientras lo cierto es que estaba en un 8,5%, o cuando el propio Rubalcaba aseguraba que haría pública una declaración de la renta que a este paso va camino de convertirse en una leyenda urbana o a ser el objetivo de Tom Cruise en Misión imposible 6, el PP no anduvo listo y no tuvo la ocurrencia que ahora propone PSOE. Lástima, porque a tenor de su actual convencimiento, digo yo que los socialistas lo hubieran apoyado en masa y ahora no tendrían que andar presentando una proposición de ley que tiene las mismas posibilidades de prosperar que el carnet por puntos para políticos que hace unos días me proponía un taxista de Cantabria –por cada mentira se le retiran dos puntos y a la tercera se le saca de la circulación sin posibilidad de reincorporación–, a no ser que el PP se sume.

No digo que la idea sea un desatino. Seguramente hay que ir puliendo el sistema para que la mentira, parlamentaria y electoral, venga de donde venga, tenga un precio además del que ya se paga en las urnas. Simplemente llama la atención que no se les haya ocurrido antes, seguramente porque lo más cómodo sea acordarse de santa Bárbara sólo cuando les truena a los demás y de Thor cuando lo que se quiere es azuzar la tormenta.